El viaje a la India y Nepal ha sido el más salvaje y alucinante de mi vida

Nos costó veinte intensos días encontrar para filmar a un tigre de bengala en libertad. Ese sí que fue el auténtico combate del siglo», decía Frank Cuesta en la presentación a los medios de «Wild Frank». En su segunda temporada, que llega esta noche (21.30)a la parrilla de Discovery Max, el aventurero ha viajado a la ribera del río Ganges en India y Nepal para embarcarse «en el viaje más salvaje y alucinante de mi vida». «A los pocos días de volver de allí se produjo el gran seísmo», añade. «Lamentablemente, muchos de los lugares que visitamos han desparecido del mapa, ya no existen».

El nuevo objetivo de Frank esta temporada, compuesta de cinco entregas y producida por Discovery en colaboración con Molinos de Papel, es «acercarse a un ejemplar de este gran felino para mostrarlo tal y como es en su estado salvaje». «Aquí no hay trampa ni cartón. Por contrato tengo firmado no emplear en mis programas animales de zoo. No hay que mentir al espectador, otros lo hacen; pero nosotros no. Estuvimos rodando dos meses y nos costó veinte días (oír los oíamos) dar con uno», dice Frank Cuesta.

«Cara a cara con el devora-hombres» es el título de esta nueva aventura, aunque el herpetólogo cree que es el ser humano el que está poniendo a este magnífico animal en peligro de extinción, por lo que sería más correcto hablar de «devora-tigres». Ante este gran reto, responde tajante: «Me apasiona el riesgo, vivir al límite… pero no soy un yonki de la adrenalina». Lo que más le apasiona de su trabajo es que le dejan hacer lo que le dé la gana. «No me ponen límites. Para mí trabajar es como estar de vacaciones y encima pagan».

Las nevadas laderas del Himalaya hasta la orilla del río Ganges, pasando por la región de Bengala y las calles de Calcuta forman parte del recorrido. La audiencia se transporta hasta esta región asiática para afrontar un viaje en el que descubrirá las especies animales autóctonas y los paisajes más espectaculares, así como la tradición y la cultura ancestral de los habitantes de India y Nepal, uno de los últimos refugios del legendario tigre de Bengala.

«Es una de las especies más amenazadas del planeta. Apenas sobreviven unos cuantos en libertad y es casi tan difícil verlos en su hábitat como acercarse a ellos y observarlos en su estado salvaje y natural. La destrucción de su hogar ha convertido al rey de la selva asiática en unaespecie nómada que se oculta acechando a todo ser vivo para atacar en cualquier momento», comenta Frank Cuesta, que ha tenido que recorrer miles de kilómetros y enfrentarse a innumerables peligros, como el ataque de una víbora Russel, cuyo veneno puede provocar la muerte. «A mí solo me escupió», comenta. Otro grn momento fue compartir un baño en el río junto a una manada de elefantes. «Al principio no me aceptaban; pero poco a poco me gané su confianza. Fue un momento mágico que no olvidaré en mi vida», dice.

A la pregunta de si tras los tristes acontecimientos ocurridos en Nepal no estaría dispuesto a hacer un programa especial, Frank Cuesta se pone más serio que de costumbre y afirma: «Los ayudaré; pero a mi manera. A mí no me gusta sacar partido de las desgracias ajenas. Yo no voy a salir en un anuncio. El ser humano es egoísta».




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