En un carro de la compra y cuarenta minutos después de desplomarse. Así fue traslada al centro hospitalario la niña de 12 años vecina de San Martín de la Vega que falleció en la noche del pasado 28 de octubre tras ser ingresada con un coma etílico.
El testimonio de los testigos ha permitido a la Policía reconstruir los hechos que, hasta ahora, presentaban grandes lagunas. La joven ingirió grandes dosis de alcohol durante un botellón celebrado en un descampado del barrio de Santa Elena con motivo de las fiestas de Halloween. Una elevada cantidad que motivaron que la joven cayera al suelo desplomada.
En un primer momento sus amigos hicieron caso omiso pero, pasados unos 30-40 minutos, y al ver que no se levantaba decidieron trasladarla al centro médico local. Un testigo ha confirmado que, dado el estado de embriaguez de la joven y su gran corpulencia, los jóvenes fueron incapaces de cargar con ella por lo que decidieron trasladarla en un carro de la compra hasta un centro de salud cercano ubicado en la Avenida del 12 de Octubre del municipio. Durante el trayecto, pasadas las 23 horas, llamaron al 112 alertando de que la chica se encontraba en parada cardiorrespiratoria.
Las asistencias sanitarias decidieron trasladarla de inmediato en UVI móvil al hospital 12 de Octubre dada la gravedad de su estado donde la joven murió poco después de ser ingresada.
Según los familiares, la niña estuvo en coma inducido hasta el pasado martes, cuando falleció. Los restos de la menor han sido incinerados este jueves en el tanatorio-cementerio de Parcesa en Alcobendas.
Una zona oculta y sin iluminación
La víctima y sus amigos eligieron un descampado apartado y sin iluminación de San Martín de la Vega para realizar el botellón sin poder ser descubiertos por la Policía.
La investigación se centra ahora en la declaración de varios participantes en el encuentro alcohólico. El caso ha pasado a ser instruido en el Juzgado número 8 de Madrid, en Plaza de Castilla.
