Un niño de 12 años muere en un ‘skatepark’ de Viladecans

Ayer parecía un día normal en el skatepark de la avenida Torre Roja de Viladecans. Decenas de jóvenes efectuaban saltos y piruetas, surfeando entre sus rampas y curvas. Pero no lo era. Dos ramos de flores y una emotiva tarjeta se encargaban de recordar lo sucedido el miércoles a última hora de la tarde. Justo allí una mala caída se llevó la vida de un niño de 12 años, vecino de esta localidad.

Isaac fue víctima del infortunio. Testimonios del incidente afirman a La Vanguardia que estaba jugando con una bicicleta. Se trataba de una BMX, apta para realizar cabriolas en un lugar como este, un parque de monopatines.

La bici no era suya, se la habían prestado. La caída se produjo al entrar en el boul, esas rampas enterradas en el suelo que recuerdan a una piscina. Fue entonces cuando se le giró el manillar y se le clavó en el estómago, lo que le causó un “fuerte traumatismo abdominal”, según el Servicio de Emergencias Médicas (SEM), que lo trasladó al hospital Sant Joan de Déu, donde falleció minutos más tarde. Ayer lo enterraron.

El mismo chico que le dejó la BMX, de alta gama y montada a piezas, se encargó de llamar a la ambulancia cuando comprobó la gravedad de la herida e intentó auxiliarle.

Isaac no era un inexperto. “Sabía manejar la bicicleta, aunque normalmente utilizaba el patinete”, aseguró ayer Iván. Este compañero habitual del fallecido se encontraba justo al lado del lugar de los hechos y se desplazó hacia el skatepark al oír la ambulancia, que tardó escasos diez minutos en llegar.

El jueves todos guardamos un minuto de silencio en su honor aquí mismo”, explica mientras se toma un respiro en su actividad. “Seguiré practicando, no se deja de conducir coches porque haya accidentes”, añade David, otro asiduo del parque. Ambos recuerdan a su amigo con un evidente gesto de tristeza pero consideran que seguir practicando la pasión que los unía es el mejor homenaje que le pueden tributar. Todos piensan igual.

Ayer mismo al salir de trabajar acudí al skatepark, da lástima saber que un niño ha perdido la vida, pero no es motivo para dejar de patinar”, coincide Álex Chávez, otro skater de Viladecans, mayor de edad, a diferencia de los anteriores. “Aquí somos como una segunda familia, nos conocemos todos y acudimos casi todos los días”, explica.

Manuel Troya, un vecino que tiene un huerto cerca de la zona y pasa por allí casi cada día, discrepa: “Es un peligro, son menores, no llevan casco y nadie los vigila”. “Viene gente de aquí y de otras poblaciones”, añade. Fuentes del Ayuntamiento de Viladecans aseguran que la instalación “cumple con todas las normativas de seguridad”. De hecho, es casi nueva. Se inauguró el 21 de febrero del año pasado y supuso una inversión de 100.000 euros. Tiene 850 m2 y cuenta con una zona para principiantes y otra para expertos.

Forma parte de un complejo deportivo donde también hay piscina, polideportivo y campo de béisbol municipal. “En su diseño participaron los jóvenes de la ciudad”, asegura el portavoz municipal. “Su construcción era una de las demandas por parte de este colectivo”. Técnicos municipales revisaron la zona y concluyeron que estaba en perfecto estado para su uso. Fue un accidente, considera el Ayuntamiento, que decidió no cerrar la instalación




Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

WordPress Lightbox Plugin
Ir a la barra de herramientas