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Por MIGUEL ÁNGEL ZAMORA
ESPAÑA.- La Sección Tercera de la Audiencia Provincial ha fijado para el próximo 25 de enero el inicio de las sesiones que por el sistema del Tribunal del Jurado Popular se celebrarán en León contra cuatro personas acusadas de acabar con la vida del dominicano Dawry Vilorio Almonte.
Almonte fue ultimado por un compatriota suyo, amigo de la jnfancia, que ajustó con el cuentas pendientes por lo que consideraba que había sido un robo en casa de su madre, pese a que no se hallaron pruebas finalmente de que así fuera.
Otras tres personas más se sentarán en el banquillo de los acusados, por su presunta colaboración en los hechos. Llegaron a ser quince los investigados por la causa y algunos de ellos, hasta tres, ingresaron en prisión. Hoy solo queda recluido el sospechoso principal.
En el último movimiento procesal relacionado con esta causa, la magistrada notificó la citación a las quince personas investigadas, repartidas en nueve sudamericanos (el supuesto autor material de los disparos que acabaron con la vida de la víctima, que permanece recluido en el Centro Penitenciario Provincial de Villahierro, su primo, seis jóvenes compatriotas más y una mujer de la misma procedencia), un búlgaro, una pareja de hermanos leoneses y otros tres individuos españoles.
Tras la comparecencia en cuestión, se presentó la acusación que pesa sobre ellos, después de que inicialmente dos de ellos ingresaran en prisión, además del supuesto autor material. Fueron puestos en libertad e incluso se decidió retirar la condición de investigados a buena parte de los implicados, que en virtud de un recurso de la representante del Ministerio Fiscal, volvieron a cargar con la imputación de un delito penal por su participación presunta en los acontecimientos.
Sostiene el autor confeso del crimen que su madre le relató que había sido víctima del robo de una cantidad importante de dinero en su casa y que solamente el fallecido sabía de la existencia de ese dinero y dónde estaba escondido en la vivienda de su madre.
Así que encargó a sus amigos que le acompañaran para tratar de esclarecer lo ocurrido, si bien la víctima negó haber sido el autor del robo ni saber detalle alguno de lo que había sucedido.
Así que en un momento de la discusión, y sin que ninguna de las personas que le acompañaban en el coche en ese momento pudieran hacer nada, sacó la pistola y le disparó dos veces para acabar con su vida.
Después conminó a sus compañeros de regreso a que no comentaran nada de lo que habían visto, bajo la amenaza de que pudieran pagar las consecuencias de una delación.
DIARIO DE LEON
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