A qué le suena este reproche? Yo oigo esta frase cada día que veo un partido en el patio del colegio. Es tan vieja como el propio fútbol. Pero cuando hablamos del ámbito profesional, suena a excusa barata. Por si fuera poco lo que está cayendo en el Bernabéu, el representante de Gareth Bale, el Sr. Barnett, se queda tan pancho afirmando, que: ‘La carrera de Bale está sufriendo, porque sus compañeros no le pasan el balón.’ Mire, amigo, lo mejor que puede hacer usted, por el bien de su representado, es dejar que estas cosas se arreglen en el vestuario.
No creo queAncelottisea un pardillo recién llegado, como para que, si existiera una conspiración anti Bale, no la cortara de raíz. Si no le llega tanto la pelota (según las estadísticas, ante la Juve y el Valencia recibió diez balones menos que su media), será por otros asuntos. Pero, para este debate, yo me centraría más en la calidad que en la cantidad. El galés es un jugadorazo distinto, con velocidad, potencia y llegada.
También con gol, pero, en este sentido, últimamente tiene los palos en contra. Y no me refiero a las críticas, que tampoco están muy finas, sino a los postes y al larguero. Gajes del oficio, pero de contubernios anti Bale de sus compis para que no triunfe, nada de nada. Mandangas aparte, es cierto que su rendimiento ha caído, pero ni por falta de interés, ni de calidad. Sencillamente sale de una lesión muscular en su gemelo izquierdo y eso no le ha permitido coger el pedal del equipo en partidos tan exigentes como los que le ha tocado afrontar.
Volverá, no tengo duda, pero el camino no es el que insinúa su representante, sino el de apretar los dientes y dejarse el alma en la banda. Y si de verdad Bale piensa que el boicot es real, que llame a la puerta de Ancelotti o la tire abajo para que no lo permita. Pero claro, le parece ridículo, por eso no lo hace. No estamos en el cole, querido amigo, estamos en la Champions. Pequeño matiz… Batallitas aparte, ¡la Juve espera! ¡Por favor, el pelotón a Bale, que los arrolla…! como dijo Belauste -el León de Amberes- en los Juegos Olímpicos de 1920, dirigiéndose a Sabino en aquel mítico gol ante los suecos. Pues eso, lo dicho: pelotas al galés.
