Una veintena de muertos en Macedonia

El precario equilibrio en que tradicionalmente viven instalados los Balcanes está a punto de romperse en uno de los países que más indemne salió de las guerras de desintegración de Yugoslavia (1992-1995). La Antigua República Yugoslava de Macedonia (FYROM, en sus siglas inglesas) registra desde primeras horas de este sábado graves incidentes que han costado la vida a 22 personas, ocho de ellas policías y el resto, presuntos integrantes de un grupo armado o terrorista –la denominación varía según las fuentes- que ha mantenido la localidad de Kumanovo, de mayoría étnica albanesa, en virtual estado de sitio. Es el último capítulo de una escalada de inestabilidad que se inició hace meses, con la revelación de un escándalo de vídeo-espionaje que encrespó a la oposición y a la opinión pública y que ha puesto contra las cuerdas al primer ministro, Nikola Gruevski.

El Gobierno de Skopje agita el fantasma de la intervención extranjera en el país, donde un cuarto de sus dos millones de habitantes son de etnia albanesa. En concreto, las autoridades atribuyen al conocido Ejército de Liberación de Kosovo (UCK, en sus siglas albanesas) haberse atrincherado durante casi 48 horas en Kumanovo, 40 kilómetros al norte de la capital macedonia y cercana a la frontera serbia, en plena ruta de paso de inmigrantes irregulares desde Grecia hacia el norte. “Muchos de estos hombres armados eran parte del grupo que atacó el puesto fronterizo de Gosince, pero también había gente que ha luchado en las guerras de Oriente Próximo”, informó Gruevski, en referencia al ataque ocurrido el pasado 21 de abril, cuando alrededor de 40 kosovares armados, que se identificaron como miembros del UCK, tomaron durante horas ese puesto fronterizo entre Macedonia y Kosovo.

Según Gruevski, el objetivo de los terroristas era “practicar asesinatos masivos en centros comerciales y comisarías con el fin de desestabilizar el país”, si bien recalcó que el episodio no puede definirse como un conflicto macedonio-albanés. Los ataques, sin embargo, no han sido reivindicados por grupo alguno.

La Comisión Europea ha expresado su preocupación por los graves incidentes de Kumanovo, igual que había hecho semanas antes Bruselas por el deterioro de derechos fundamentales como la libertad de expresión y de prensa. En enero, un líder opositor reveló la práctica de videovigilancia por parte de las autoridades y denunció el estricto control del Estado sobre los medios (FYROM ocupa el puesto 117º en el índice mundial de libertad de prensa, frente al 45º en 2006, cuando Gruevski llegó al poder), la judicatura e, incluso, los procesos electorales.

El UCK luchó contra el Ejército serbio durante la guerra de la provincia serbia de Kosovo, en 1999, y fue el germen del primer Gobierno del país, que declaró unilateralmente su independencia en 2008 (y que no reconocen cinco países de la UE, entre ellos España). La rama macedonia del UCK se enfrentó también con las fuerzas de seguridad de FYROM en 2001, en un breve conflicto armado al que pusieron fin los acuerdos de Ohrid. El objetivo de su lucha es lograr más derechos para la importante minoría albanesa, así como un mayor grado de autonomía. En el horizonte de las minorías albanesas de la región —la de FYROM, pero también la de Serbia— figura la creación de una gran Albania junto con los albanokosovares. Serbia ha incrementado la vigilancia de sus fronteras con FYROM en el valle de Presevo, habitado por una mayoría albanesa.

FYROM, el nombre técnico con que se conoce a Macedonia dado que el contencioso entre Atenas y Skopje sobre el uso del nombre histórico aún no se ha resuelto, no es el único factor de inestabilidad de los Balcanes. En la República Serbia de Bosnia —una de las dos entidades que constituyen la federación— se han producido en los últimos días redadas policiales contra medios radicales tras el primer ataque islamista registrado en el país tras la guerra de 1992-1995. El 27 de abril, un hombre armado mató a un policía en una comisaría de policía al grito de “Alá es grande”. Bosnia acogió en su suelo durante la guerra a cientos de islamistas llegados de países árabes para apoyar a las fuerzas musulmanas. Casi todos dejaron el país, pero su interpretación rigorista del islam fue adoptada por algunos bosniacos, algunos de los cuales se han sumado a la yihad en Siria e Irak.




Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

WordPress Lightbox Plugin
Ir a la barra de herramientas