por Patricia Faxas Vargas
La embajada dominicana en Madrid realizó el pasado 31 de enero un acto en conmemoración del Holocausto en el cual destacó la acogida de la República dominicana de cientos de judíos que huía de la persecución nazi antes y durante la Segunda Guerra Mundial.
La actividad, organizada junto al Centro Sefarad-Israel en torno a la presentación del documental “Sosúa: Refugio Inesperado”, recontó este interesante capitulo de la historia de los judíos asentados en el país caribeño, a raíz de cuya llegada se desarrolló la comunidad de Sosúa.
Como parte de la actividad, el abogado judío experto en derechos humanos Emilio Ramos dictó una charla en la que abordó los aspectos históricos que pusieron en contexto la decisión de R. L. Trujillo de abrir las puertas a miles de refugiados del viejo continente. Explicó como la República Dominicana contrarrestó la tendencia mundial a imponer o mantener cuotas restrictivas a la inmigración de judíos. En la conferencia de Évian de 1938 el país fue el único del mundo que dio un paso adelante para ofrecer recibir 100 mil refugiados, aunque el número de llegadas se vio severamente afectado por el inicio de la guerra y otras restricciones encontradas por los judíos en su camino.
Aunque solo algunos 750 refugiados pudieron alcanzar sus costas, la República Dominicana otorgó más de 5 mil visas a judíos entre 1939 y 1942, lo que sin duda ofreció salvoconducto a muchos para alcanzar otros destinos.
Los judíos que llegaron a Sosúa iniciaron una nueva vida, afrontando los grandes retos del idioma, el clima y la cultura. Allí se les cedió tierra y recursos para cultivarla, gracias a la ayuda desde EE. UU. del Dominican Republic Settlement Association(DORSA, por sus siglas en inglés). Instalaron fábricas, construyeron una escuela y un hospital,dinamizando la población que todavía hoy evidencia una presencia de la comunidad establecida durante los años 40.
La ministra consejera Alejandra Hernández, en representación de la embajada, agradeció la presencia de todos los que se dieron cita en la Casa Sefarad, entre los que se encontraban representantes de la comunidad dominicana y española, así como miembros de distintas misiones diplomáticas. Representantes de la comunidad judía en Madrid expresaron sorpresa y agradecimiento hacia el país y sus habitantes al oír sobre este episodio poco conocido de su historia.
