La llegada del nuevo año supondrá la revisión de los precios de los servicios para 2017. Es hora de hacerse la pregunta de cada fin de año: ¿qué precios suben y qué precios bajan? Será un año marcado por la escalada del precio del petróleo, que encarecerá carburantes y energía y podría repercutir sobre el precio de los productos de consumo.
En algunos casos, como el precio de la vivienda o del agua, dependerá del territorio en el que se viva. Pero, en general, no se podrá escapar a servicios más caros.
Electricidad, pendiente de las compañías
La parte regulada, que depende del Gobierno, se congela. Comprende lo que se conoce como peajes, que suponen alrededor de un tercio del recibo. Eso sí, la parte no regulada puede subir. El propio ministro de Energía, Álvaro Nadal, reconoció que la evolución de la climatología y del precio de las materias primas pueden encarecer la factura. La subida, pues, dependerá de las eléctricas.
Por otro lado, se ha reformulado el bono social para proteger a los consumidores más vulnerables. Supone un descuento del 25% en la factura final de electricidad al que están acogidas 7 millones de personas, entre hogares con todos sus miembros en paro, perceptores de pensiones mínimas, familias numerosas y consumidores con potencia contratada inferior a 3 kilovatios.
El agua, en función del territorio
Va en función del territorio. En Barcelona y Madrid las tarifas se han congelado. En el caso del área metropolitana de la ciudad condal, la factura debía subir un 4,6%, pero el Govern rechazó el aumento, por lo que la situación seguirá igual. En Madrid, además del mantenimiento de las tarifas, se ampliará el alcance de la tarifa social.
En el conjunto de España los precios varían de forma destacada. Si se comparan ciudades, las diferencias en el precio del consumo llegan hasta el 349,3%, concluía un estudio publicado recientemente.
Vivienda, al alza en las grandes ciudades
El sector apunta a un año de recuperación. Los precios irán, en general, al alza, sobre todo en grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, San Sebastián o Alicante. Las buenas noticias las da el Euribor, el índice al que están referenciadas la mayoría de las hipotecas en España. Seguirá en mínimos históricos: 2016 lo cerró con una tasa del -0,080%. Aquellas hipotecas que lo tengan de referencia verán abaratados los pagos mensuales.
