Los especialistas aseguran que se duerme mejor en un ambiente fresco y bien ventilado, pues permite conciliar el sueño más rápido
Si hace demasiado calor estarás dando vueltas en la cama sin poder dormir, y muy sudada. Si hace mucho frío estarás tiritando, deseando tener una chimenea cerca. Entonces, ¿existe un punto medio en el que sí puedas descansar tranquilamente? Según el doctor Chris Winter, las temperaturas entre los 15 y los 19 grados Celsius recrean las condiciones ideales para dormir. Pero ¿esto incluye las ventanas abiertas o cerradas?
El aire fresco que entra por las ventanas abiertas puede ayudarte a respirar mejor a menos que este sea muy seco. Por eso, si al despertar sientes dolor de garganta ese aire frío que respiras mientras descansas te puede estar causando alguna enfermedad respiratoria, ya que respiras por la boca, sufres de reflujo ácido o eres alérgica al rocío o la neblina de la noche.
Pero no te preocupes, con esto no te decimos que te encierras en una cueva. De hecho, la ventilación es importante, porque permite la entrada de oxígeno y la salida del aire viciado. Por eso, te recomendamos dejar la puerta de tu habitación abierta para dé a otras habitaciones, o a la cocina, o el baño, donde si puede haber una ventana por donde entre el aire.
Conclusión: lo mejor que puedes hacer para dormir cómodamente es acostarte con las ventanas cerradas, pero con la puerta abierta. No te aconsejamos el uso de los aires acondicionados ni de los ventiladores, porque los primeros te crean una atmósfera muy artificial y los segundos lo único que hacen es esparcir las partículas de polvo del ambiente.
La clave para mantenerte siempre joven
De acuerdo a los trabajos de investigación de la doctora Natasha Turner, dormir en condiciones que rebasen los 21 grados Celsius inhibe la liberación de la melatonina, la hormona anti-envejecimiento que se activa por las noches. Por lo que un ambiente fresco a la hora de dormir le permitirá a tu cuerpo mantenerse joven por mucho más tiempo.
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