El pequeño Kayden tiene 10 años, y en lugar de estar jugando en la calle o asistiendo al colegio, se encuentra ahora mismo hospitalizado con quemaduras de primer y segundo grado en el 20% de su cuerpo. Y eso por qué, se preguntarán. Porque el pasado domingo estaba jugando con otros dos niños cuando uno de ellos lo roció con gasolina y el otro le prendió fuego, según ha denunciado la familia.
Los bomberos de Kerrville, en Texas (EE.UU.), han informado de que uno de los menores ha sido detenido. Se le acusa de “incendio premeditado”, según news4sanantonio.com .
La madre de Kayden pide justicia para su hijo que, según ella misma asegura, muestra una especie de comportamiento autista a pesar de que no ha sido diagnosticado como tal. El pequeño, además, tiene dificultades para hablar y escuchar.
Se ha abierto una iniciativa para recaudar fondos para ayudar con los gastos hospitalarios. En esta plataforma se explica que Kayden va a pasar muchos días hospitalizados “soportando algo que nadie, pero menos un niño, debería tener que soportar nunca”.
