Rubén Fernández, nuevo líder de la Vuelta

El Mirador de Ézaro se escala reptando por una pared rugosa. Son dos kilómetros tremendos, donde avanzar y mantener la verticalidad es una proeza. Impacta una rampa de 30% de desnivel. Ahí, cada uno sube a su ritmo, las ayudas de los gregarios son ineficaces. Es una ascensión explosiva, ideal para corredores con una rápida capacidad de respuesta, como Rubén Fernández (25 años), ganador del Tour del Porvenir de 2013. Un gregario del Movistar que esta vez estuvo superior a los jefes: Alejandro Valverde y Nairo Quintana.

El murciano es el nuevo líder después de una excelente subida a Ézaro, ganada por el francés Alexandre Geniez (FDJ), que se aprovechó de la inercia de la fuga buena de la jornada. Primer cita con la montaña en la que se evidenció que Alberto Contador aún debe recorrer varias estaciones para alcanzar su mejor momento. El pinteño cedió medio minuto con Froome, Valverde y Quintana y ya está a minuto y medio del liderato.

Los corredores que treparon por las laderas graníticas van con las pulsaciones desbocadas. No hubo descanso. Un suplicio que les impidió contemplar el majestuoso escenario que se abre a sus espaldas. Desde ese privilegiado balcón se divisa el Atlántico, la desembocadura del río Xallas con una cascada que vierte directamente en el oceáno, el cabo Finisterre y las islas Lobeira.

Un maravilla a la que fue ajena Rubén Fernández, siempre tirando del grupo de favoritos. El murciano estuvo espléndido. Tan ensimismado estuvo con su trabajo que se despistó y cruzó la línea de meta levantando los brazos, creyendo que había ganado. El joven corredor desconocía que por delante iba Geniez, un experimentado francés de 28 años, que ya ganó una etapa en la Vuelta de 2013. Él fue el más listo de una fuga en la que se metieron el suizo Simon Pellaud (Iam Cycling) y el belga Pieter Serry (Etixx).

El martes, nuevo final en alto, en el inédito Mirador Vixia de Herbeira, en San Andrés de Teixido, desde donde se pueden contemplar los acantilados más altos de Europa (620 metros). Un puerto de 11,2 kilómetros, al 4,% de desnivel medio.




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