“Hace meses nos dijeron que no podían aguantar, pero han aguantado”, explicaba Sara Bayón tras celebrar la plata. Se refería la segunda entrenadora del conjunto español a Alejandra Quereda y Elena López, que ahora tendrán que pasar por el quirófano. Sandra Aguilar, Artemi Gavezou y Lourdes Mohedano también están lesionadas.
Es el peaje del sacrificio, la huella del desgaste físico de las gimnastas que se proclamaron subcampeonas olímpicas. “Nadie nos ha regalado nada. Todo lo que no nos ha matado nos ha hecho más fuertes. Ha sido un camino lleno de espinas, pero ahora mismo esto sabe a gloria”, resumió Quereda, la capitana. “No podemos estar más felices ahora mismo. Creo que esto es un sueño”, añadió.