La relación de la llamada operación Catalunya, que el comisario Villarejo admitió ante el juez en su declaración sobre las escuchas en el llamado caso del pequeño Nicolás, ha devuelto el interés sobre Francisco Nicolás Gómez Iglesias, que con poco más de 20 años presuntamente actuó al servicio del CNI en el marco de los supuestos planes del Ministerio de Interior contra el proceso soberanista catalán.
Resentido con el cuerpo policial y de inteligencia, el pequeño Nicolás ya había confesado sus vínculos con estas unidades, algo que este viernes ha vuelto a confirmar en declaraciones a RAC1 al señalar que las reuniones que mantuvo al más alto nivel con cargos del CNI se trataba, sobre todo, de hallar asuntos comprometedores para ERC tras haberse celebrado finalmente la consulta del 9N.
Además, el pequeño Nicolás no ha tenido reparos en confirmar que las últimas grabaciones difundidas entre el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y el director de la Oficina Antifrau, Daniel de Alfonso, son sólo una pequeña parte de lo que saldrá porque de hecho, todas las reuniones del ministro en su despacho se graban, incluida la que mantuvo con Rodrigo Rato.
El joven ha asegurado que él no conoce personalmente al comisario Villarejo, aunque haya declarado en el marco de la causa abierta contra él, pero sí ha reconocido que en la época en que él colaboraba con la Policía era consciente de que había en marcha una operación Catalunya, y que tenía reuniones sobre todo con personal del CNI “a un nivel muy alto” con tales objetivos.
Su implicación en dicha operación le llevó a tener que investigar sobre ERC, de manera que tras la celebración de la consulta del 9N, “el problema más grave que teníamos era ERC“, ha confirmado, y que “desde Moncloa les interesaba mucho” cualquier información sobre el partido de Junqueras. Estas pesquisas le llevaron a reunirse con Oriol Pujol quien, según ha asegurado, “me dio información sobre el hermano de Oriol Junqueras”, y “la idea era dar un trato de favor a la familia Pujol a cambio de información sobre ERC”, ha asegurado.
Nicolás ha insistido en que era directamente Moncloa quien requería de esa información y era quien se la pedía personalmente. Preguntado sobre si conoció directamente a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha asegurado que sí y que incluso ha viajado con ella, en su coche oficial.
Cuando le han preguntado sobre el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, el pequeño Nicolás ha comentado que le conoce personalmente pero que no ha mantenido con él ninguna conversación interesante.
Sin embargo, se ha mostrado convencido de que las grabaciones que se filtraron hace unas semanas son sólo una parte de lo que puede salir a la luz, puesto que “hay más grabaciones del ministro del Interior en su despacho que todavía no han salido” y que augura que saldrán, puesto que Fernández Díaz era consciente en todo momento de que le estaban grabando, también durante las conversaciones que mantuvo con De Alfonso en su despacho.
Francisco Nicolás atribuye estas filtraciones y buena parte del caso en que se ha visto envuelto a una guerra interna entre policías y unidades policiales. Incluso, ha augurado la posibilidad de que se filtre la reunión que tuvo el ministro con Rodrigo Rato en su despacho hace un año y que llevó al ministro a tener que comparecer en comisión en el Congreso.
En este sentido, ha garantizado que “saldrán todavía más cosas” sobre la llamada operación Catalunya. Aunque ha adelantado que “me puedo imaginar qué saldrá”, no ha querido desvelar los asuntos que pueden desvelarse. Lo que tiene claro es que se filtrarán más informaciones porque desde Interior “se utilizan a periodistas amigos de los policías y las publican en función de lo que interese en cada momento”.
Sobre el ‘pendrive’ desaparecido de manos de la Policía Judicial con supuesta información sobre la operación Catalunya, Nicolás ha desvelado que “ahora mismo hay muchos nervios en el Ministerio de Interior por los documentos desaparecidos”, tanto los relativos a la citada operación como sobre la Infanta” Cristina porque “las informaciones desaparecidas son muy sensibles, ponen en riesgo el Estado y muchas informaciones no están ni judicializadas”, ha detallado.
