Un mismo ítem se repite en las agendas urbanísticas de Barcelona y Madrid: reformar en 2017 las respectivas plazas España, dos puntos neurálgicos para la movilidad local con pocos alicientes para el peatón.
La coincidencia nace de dos contextos diferentes, puesto que la propuesta madrileña aspira a reformular por completo la plaza y restarle espacio al tránsito rodado mediante un proyecto elegido por concurso internacional y referéndum ciudadano, mientras que el proyecto barcelonés nace de la dificultad técnica de incorporar un carril para bicicletas a la macrorotonda, lo que se aprovechará para crear un grupo de análisis que estudie otros cambios como ampliar aceras y dar continuidad al Paral·lel.
Inicio de obras en Madrid a finales de año
La reforma de la plaza España madrileña podría empezar ya en 2016, dado el respaldo vecinal que ha logrado el primer cuestionario vinculante ideado por el Ayuntamiento de Madrid sobre las obras. Un 62,98% (16.767 personas) de los participantes consideraron necesario el proyecto, frente al 26,80% (7.136 personas) que optaron por el ‘no’ y el 10,21% que se mostró indeciso (2.719).
Ante estas cifras, el consistorio de Carmena ya ha avanzado que la decisión de remodelar la plaza España queda ratificada. Sólo un imprevisto en la tramitación política del proyecto, o un revés en el apartado arquitectónico demoraría los plazos hasta el primer trimestre de 2017.
El cuestionario recogía también las preferencias y propuestas de los vecinos, que servirán de base para el futuro concurso internacional de proyectos que el consistorio convocará junto al Colegio de Arquitectos de Madrid.
Una vez cerrado el plazo de recepción de proyectos y seleccionados los finalistas, la ciudadanía podrá votar en un referéndum popular a partir de agosto qué propuesta será la que finalmente se materialice. “Ahora viene la parte más emocionante porque la gente votará los proyectos”, ha asegurado el delegado de Participación Ciudadana, Transparencia y Gobierno Abierto, Pablo Soto.
La elección del ganador se producirá previsiblemente entre “octubre y noviembre”, seguida de inmediata de la licitación. Dentro de las propuestas realizadas resalta una que aboga por unir la Casa de Campo con los Jardines de Sabatini y el Parque del Oeste, lo que supondría poner en cuestión el paso elevado del tráfico de la calle Bailén.
Los resultados del cuestionario -el mayor proceso participativo de la ciudad hasta el momento- y la intención municipal apuntan a que la futura Plaza de España mantendrá el monumento a Cervantes, tendrá más árboles y hará peatonal el paso elevado de Bailén.
No planteamos cortar Bailén o Gran Vía, sino hacer una reducción progresiva del tráfico”, ha detallado el delegado de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo.
