Solemos pensar que el dinero da la felicidad pero Hollywood nos demuestra una y otra vez que hay cosas más importantes en esta vida que los ceros en la cuenta bancaria.
El último en dejarlo en evidencia ha sido Wentworth Miller, más conocido por su papel protagonista en Prison break, que ha recordado los viejos tiempos en los que subió de peso por culpa de una depresión.
Me di a la comida”, ha afirmado en su cuenta personal de Facebook, a la vez que reconocía que precisamente surgieron esas fotografías cuando se estaba planteando suicidarse.
Era 2010 cuando los paparazzis tomaron su fotografía con un visible incremento de peso. Había terminado Prison break un año antes y no estaba pasando por su mejor momento, semiretirado de la vida público y con rumores sobre su sexualidad (saldría del armario en 2014).
Pudo haber sido cualquier cosa. Drogas. Alcohol. Sexo. Pero la comida se convirtió en aquello en lo que podía contar para seguir adelante. Había momentos en los que mi mejor momento de la semana era mi plato favorito y un nuevo episodio de Top chef”, ha declarado el actor sobre esa oscura etapa.
Esa humillación pública por su peso llegó en el momento en el que menos lo necesitaba y el fat-shaming le hizo sumirse todavía más en su depresión. Pero el actor ha decidido sacar una conclusión positiva de toda esa etapa y, cuando se ve en la fotografía, recuerda su “lucha”, su “resistencia” y su “perseverancia”. “Sobreviví”, ha dicho orgulloso en las redes sociales.
Miller actualmente está rodando Legends of tomorrow, una serie de superhéroes que ha sido renovada por una segunda temporada, y está preparándose para retomar el papel de Michael Scofield en Prison break, que regresará después de seis años alejada de la pequeña pantalla.
Ahora aprovecha su presencia en el primer plano de Hollywood para recordar al resto de personas que sufren la enfermedad que deben pedir ayuda. Él mismo intentó acabar con su vida a los quince años y, en cambio, sigue aquí con nosotros y con su carrera profesional en su mejor momento.
