Las tensiones religiosas, con actos de vandalismo islamófobo y gestos de acercamientos entre comunidades religiosas, se dejan notar durante las navidades francesas, un mes y medio después de los atentados yihadistas que dejaron 130 muertos en París.
Ayer el prefecto de la isla francesa de Córcega prohibió las manifestaciones en un barrio popular de la ciudad de Ajaccio, teatro durante dos días de protestas e incidentes racistas.
La medida, vigente desde ayer domingo, regirá “al menos hasta el 4 de enero” y atañe a “todas las manifestaciones y concentraciones”, precisó el prefecto Christophe Mirmand.
Centenares de personas volvieron a manifestarse el sábado en barrios populares de Ajaccio, en el sudoeste de la isla, al grito de “¡Árabes fuera!” y “Esta es nuestra casa!”.
