Regocijo de Cristiano Ronaldo este martes ante el Malmö . El portugués salió feliz del campo con un saco de goles y varios récords en su haber. Sus cuatro dianas le convierten en el único jugador que ha marcado once goles en una misma fase de grupos y es el primer futbolista blanco capaz de lograr un póquer desde Puskas en 1965.
Cristiano estaba exultante. Además, el motivo de alegría era mayor por el hecho de haber anotado uno de los goles de falta, el primero esta temporada. Johan Wiland, el portero de los visitantes, puso bastante de su parte para que la estrella del Real Madrid rompiera su sequía de este tipo. No marcaba desde hacía siete meses, cuando lo hizo ante el Getafe en Liga.
Y es que pese a que Cristiano acapara casi todas las faltas que lanza el Madrid, su efectividad dista mucho de ser la mejor. Según informa MisterChip, de sus últimos 97 intentos solo tres han terminado en el fondo de la red (38 a la barrera, 29 a manos del portero, 26 fuera y uno al palo).
Esto equivale a tener un acierto del poco más del 3% (3,09%) cada vez que el luso se planta frente al balón. Su insistencia en los lanzamientos limita las opciones de otros compañeros con un gran golpeo, como James, Bale o Kroos.
Ronaldo, acostumbrado a disparar desde donde haga falta, lo hizo esta vez desde el vértice izquierdo del área. Sin tanta potencia como acostumbra, el balón botó delante de las narices del portero rival y se coló por el palo que defendía.
De este modo, el portugués conseguía su décimo gol de falta en la Champions e igualaba a todo un especialista como Juninho Pernambucano. Solo Del Piero, con un gol más, le supera.
