Nadie se ha interesado por Pilar M. Durante cinco años, ninguna persona ha reclamado la localización de una enfermera que se dio de baja en 2010 y de quien no se volvió a saber hasta esta mañana, cuando unos albañiles que trabajaban en las zonas comunes del edificio donde vivía la mujer han visto su cadáver a través de una ventana entornada.
Tenía 49 años cuando falleció hace un lustro y el cuerpo no presenta signos de violencia.
Pilar M. vivía en el segundo piso del número 33 de la calle Columela, una vía peatonal casi en el centro geográfico de la capital gaditana. El edificio solo lo ocupaban ella y los empleados de una oficina.
Unos obreros que realizaban trabajos en la fachada del inmueble han podido ver a través de una ventana un esqueleto sobre la cama de una habitación y han llamado a los bomberos, que han accedido al piso sobre las diez de este lunes.
La policía ha explicado que el cuerpo no muestra signos de violencia, pero dado el avanzado estado de descomposición, será la autopsia la que determine las causas finales de la muerte.
Los agentes han aclarado que Pilar M. se dio de baja en el trabajo por problemas psicológicos en 2010, por lo que se ausentó de su puesto desde esa fecha. Tampoco tenía familiares directos cercanos, salvo unos primos que no residen en Cádiz.
En estas circunstancias, la muerte de la mujer pasó inadvertida. Solo las empresas de luz y agua le enviaron cartas avisándole de impagos en las facturas y del corte de suministros, que ejecutaron al no contactar con la cliente.
Un equipo de especialistas de la Brigada de Policía Científica ha aclarado que el cuerpo se corresponde con el de Pilar M., nacida en Cádiz en 1961 y que murió con 49 años, hace un lustro.
Agentes de la Unidad de Delincuencia Especializada se han hecho cargo de la investigación para esclarecer las circunstancias del fallecimiento. La policía también ha confirmado que nadie había denunciado la desaparición de esta mujer.
