Tras la masacre de París es de las pocas artistas que no ha suspendido su gira.
Los días 24 y 25 actuará, como tenía previsto, en Barcelona para presentar su nuevo trabajo: ‘Rebel Heart’.
«¿Por qué debería ceder?», decía Madonna ante su ‘No’ al cese de la gira, «Lo que esa gente quiere es callarnos».
Igual que los parisinos decidieron no quedarse en casa tras los atentados, Madonna no ha suspendido ni uno de sus conciertos, así que hoy y mañana estará, como tenía previsto, en Barcelona, con su Rebel Heart.
¿Por qué debería ceder? No hay nadie en el mundo que tenga derecho a impedirnos que hagamos lo que amamos. Lo que esa gente quiere es callarnos.
No les dejaremos jamás, porque hay poder en la unidad», dijo el pasado sábado, cuando no canceló su concierto en Estocolmo, y durante el que cantó La Vie en Rose a solas. Así es como la hasta hoy conocida como reina de la provocación se convierte también en cara de la resistencia.
Y no le viene mal, porque aunque a espectáculo no le gana nadie, lo que no logra es recuperarse musicalmente. Y lo ha intentado, después de que sus anteriores álbumes Hard Candy y MDNA no la llevaran al añorado lugar que tuvieron sus canciones más populares, con su nuevo Rebel Heart, pero no hay asomo ni pinta de nuevos Like a prayer.
Puede que la reina, nacida en Michigan y bautizada Louise Veronica Ciccone Fortin, de quien resulta complejo saber la fecha exacta de nacimiento: entre 1958 y 1959 anda el juego, deba admitir que ya ha cubierto el cupo de grandes éxitos. Bastantes triunfos atesora ya: como ser para la revista Billboard la solista más exitosa y la segunda artista en general, detrás de The Beatles. Una meta, ser «la más», que soñó pronto: la niña Madonna quería ser alguien importante.
