El presidente ruso, Vladímir Putin, arribó este lunes a Teherán para reunirse con el líder iraní, Hasan Rohani, el principal aliado del Kremlin en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico(ISIS por sus siglas en inglés).
Rusia e Irán han insistido desde un principio en que el principal enemigo son los grupos yihadistas que operan en todo Oriente Medio -desde Siria hasta Irak y el Yemen- y no el presidente sirio, Bashar al Assad.
Ambos países coordinan desde hace dos meses sus acciones militares sobre el terreno desde el centro de coordinación antiterrorista con sede en Bagdad.
Mientras las tropas iraníes ha reforzado las filas de las fuerzas gubernamentales sirias, la aviación rusa ha intensificado esta semana los ataques contra las posiciones yihadistas en el país árabe con el uso de misiles de crucero de gran capacidad destructora.
El propio Al Assad reconoció en declaraciones a medios chinos que la situación en Siria ha mejorado notablemente desde que la aviación rusa participa en la lucha contra el yihadismo, lo que ha permitido que el Ejército sirio lance su primera contraofensiva en meses.
«Desde la intervención rusa los grupos terroristas comenzaron a ceder terreno y miles de ellos se han batido en retirada con destino a Turquía, el Yemen y otros países, incluida Europa. Esto es un hecho», dijo.
Irán en las negociaciones sobre Siria
Putin, que se verá con Rohani por tercera vez en lo que va de año, también se entrevistará con el líder supremo iraní, el ayatollah Ali Khamenei, un firme defensor de la permanencia en el poder de Al Assad.
Esta visita tendrá lugar días antes de que el presidente francés, François Hollande, viaje el jueves a Rusia para reunirse con Putin y coordinar sus políticas contra el EI, que sembró el pánico hace dos semanas en París con una serie de atentados terroristas que causaron al menos 130 muertos y más de 350 heridos.
Putin ha ordenó al Ministerio de Defensa y al Estado Mayor ruso que coordinen con Francia, a la que no dudó en calificar de «aliado» contra el yihadismo, sus acciones contra los objetivos yihadistas en Siria «tanto por mar como por aire».
Según informó hoy el Ministerio de Defensa francés, el portaaviones «Charles de Gaulle» llegará al Mediterráneo Oriental mañana lunes, tras lo que establecerá contacto con el buque insignia de la Armada rusa, el acorazado «Moskvá».
Además de duplicar hasta 69 el número de los aviones que participan en los bombardeos en Siria, incluidos bombarderos estratégicos, Rusia ha implicado en la operación a diez buques, cuatro de ellos en el mar Caspio y el resto en el Mediterráneo.