La suerte en el juego es una de las claves a la hora de ganar en el casino. Pero una mujer ha visto cómo esta suerte puede cambiar en sólo segundos.
En un casino Lucky Eagle de Rochester (Estados Unidos), una mujer ganó 8 millones de dólares en una máquina tragaperras, aunque los gerentes del establecimiento se negaron a pagar dicha cantidad porque la máquina «funcionaba mal», por lo que el premio consistió en unos miseros 80 dólares.
«Estaba muy emocionada, feliz», reconoció Verónica Castillo, la protagonista del episodio. «Cuando me dijeron que no iban a pagarme porque la máquina funcionaba mal me sentí muy decepcionada», reconoce. «Eso es hacer trampa», sostiene Castillo.
La mujer, de momento, ha decidido recurrir la decisión a un abogado. «Espero que sirva para que la gente se de cuenta de cómo funcionan los casinos cuando los clientes obtienen los grandes premios».
Las autoridades del casino se resguardan en el hecho de que en las máquinas hay pegatinas que informan que el mal funcionamiento de las máquinas «anulan todos los juegos y pagos».
En este sentido, el encargado del casino, John Setterstrom, ha declarado en medios británicos que es la primera ocasión que ocurre algo así desde la apertura del casino en 1995 y afirma que se investigará como un error así puede haber ocurrido.
Desde la empresa fabricante de la máquina se ha informado que están en medio de una investigación forense para determinar la causa, ya que entrega un premio máximo de 20.000 dólares y en función de la combinación que estaba jugando Castillo la cantidad que podría percibir llega hasta los 6.000 dólares.
