Carme Forcadell, diputada de la candidatura soberanista Junts pel Sí, ha sido elegida este jueves por la mañana presidenta del Parlament de Cataluña con 77 votos a favor de los 135 que constituyen la cámara. La expresidenta de la Asamblea Nacional Catalana ha logrado los votos de los 62 diputados de la lista de la que formaba parte, los diez de la CUP y otros cinco diputados más de la candidatura Catalunya Sí que es Pot, entre los que hay su líder Lluís Rabell. Los parlamentarios de Ciutadans, PSC, PP y el resto de diputados Catalunya Sí que es Pot han optado por votar en blanco (no se puede votar en contra). Ha habido un voto nulo.
En su primer discurso como presidenta, Forcadell ha prometido trabajar para que Cataluña deje de tener «un Parlament regional» y pase a tener una cámara «soberana, con plenas competencias». «Cerramos la etapa autonómica y seamos conscientes de que estamos en un momento fundacional», ha añadido Forcadell, antes de recordar que «el Parlament quiere representar a un pueblo libre». La presidenta ha mostrado una reproducción de las últimas constituciones catalanas y ha anunciado su deseo de «recuperarlas» y trabajar «pensando en los 300 años próximos y nos los pasados».
Antes de este alegato independentista, Forcadell ha prometido que la cámara «estará al servicio de la ciudadanía, voten lo que voten o hablen como hablen». En esa línea ha prometido «un Parlament sin exclusiones» y ha tendido la mano al PP, ausente de la Mesa de la cámara, al que ha dicho que invitará a estar presente en esas reuniones, «con voz, pero sin voto».
En otro momento ha clamado para que se aprueben leyes que ayuden a combatir las desigualdades sociales, para que el comportamiento de la cámara y los diputados sea de austeridad y para «abrir las ventanas para que entren los anhelos de los ciudadanos».
Forcadell ha citado al escritor uruguayo Eduardo Galeano para asegurar que «la utopía sirve para caminar» y ha acabado su discurso con vivas a «la democracia, el pueblo soberano y la república catalana». Los diputados independentistas, situados en la banda izquierda de la cámara se han puesto en pie con una cerrada ovación, mientras que el resto de parlamentarios han permanecido sentados.
La sesión se ha iniciado con la constitución de la Mesa de edad que ha presidido el diputado de la CUP de más edad, Julià de Jòdar, de 72 años, así como los parlamentarios más jóvenes: Gerard Gómez del Moral, de Junts pel Sí, y Joan Giner, de Catalunya Sí que es Pot. Jòdar ha iniciado la sesión reclamando un minuto de silencio en recuerdo del exdiputado de Esquerra Unida i Alternativa Jordi Miralles, fallecido hace unos días.
La elección del vicepresidente primero de la cámara tampoco ha deparado sorpresas y se ha impuesto la mayoría independentista. De esta manera, ha sido elegido por 66 votos, Lluís Corominas, veterano dirigente de Convergència, que en la anterior legislatura fue vicepresidente segundo.
Corominas ha logrado 66 votos a favor, procedentes también de Junts pel Sí y la CUP. Ha habido ocho votos nulos y cinco en blanco. La oposición ha votado en bloque a José María Espejo, de Ciutadans, que ha logrado 56 papeletas y ha quedado proclamado vicepresidente segundo.
Para la designación de los cuatro secretarios de la Mesa tampoco ha habido sorpresas y se ha respetado el acuerdo entre los partidos. De esta manera, han sido elegidos, por es orden, Anna Simó (Junts pel Sí), David Pérez (PSC), Joan Josep Nuet (Catalunya Sí que es Pot) y Ramona Barrufet (Junts pel Sí). Entre estos dos últimos se ha producido un empate y Jordi Turull, portavoz de CiU en la anterior legislatura ha tomado la palabra para explicar que respetaban el acuerdo pactado y que cedían el cargo a Nuet para evitar una nueva votación.
Por primera vez desde 1995, el PP ha quedado fuera de la Mesa del Parlament. Su exclusión ha disgustado a los populares que consideran que el órgano de gobierno de la Cámara no refleja la pluralidad del hemiciclo. Fuentes del PP han señalado esta mañana que Junts pel Sí no les dio opción a negociar y han lamentado que la coalición mayoritaria ofreciera un puesto a la CUP, que esta rechazó.“No es que hayan cedido el lugar a Junts pel Sí. Es que a la CUP no les correspondía”, ha afirmado un diputado popular en alusión a que el PP suma 11 escaños mientras la plataforma anticapitalista, 10. Con todo, Forcadell ha invitado en su discurso a todos los grupos a participar en las reuniones de la Mesa, aunque solo lo pueden hacer con voz, no con voto, según marca la ley.
La sesión se ha celebrado en medio de una gran expectación que ha convertido por momentos los pasillos del Parlament en un inmenso plató de televisión en que se han celebrado programas en directo de radio y televisión y donde se han formado constantes corrillos para entrevistar a los nuevos diputados. Julià de Jòdar, de la CUP, ha presidido la Mesa por ser el diputado de mayor de edad y ha resaltado que el azar ha querido que su partido tuviera que dirigir la sesión cuando no ha querido formar parte del órgano de gobierno de la cámara.
En un tono solemne, el escritor ha recordado que su militancia independentista se remonta a tiempos del franquismo y ha relatado el recorrido de muchos secesionistas que combatieron la Constitución por no ser rupturista ni surgir de abajo arriba y el Estatuto de Sau. “Esta institución está inscrita en un orden jurídico-político que le niega la capacidad para realizar el mandato popular. Tenemos la mayoría y la legitimidad moral. No nos contenta el pienso: queremos salir de la jaula y huir”, ha afirmado De Jòdar que ha denunciado las “desigualdades vergonzosas” que afectan a la sociedad, ha afirmado. “Con los pobres no se deben hacer experimentos. Son ellos los que tienen que tener el control. Son tiempos de libertad y de justicia».
