Las aguas del debate territorial bajan revueltas en el PSOE. Por si no tuviera bastante Pedro Sánchez con la reapertura de la polémica sobre si Cataluña es una nación o no, a cargo del presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, ahora el debate se traslada a lo que pagan vascos y navarros al Estado.
Desde siempre, este asunto ha sido tabú -de hecho, todos los partidos vascos han salido a defenderlo históricamente siempre que ha sido cuestionado-, pero el conflicto catalán y la eventualidad de que se resuelva mediante un pacto fiscal similar al que recoge la Constitución para los dos territorios forales, ha sacado a la luz el malestar larvado que hay en el PSOE.
La presidenta andaluza, Susana Díaz, abrió fuego hace días, en declaraciones a Onda Cero, al asegurar que hay que modular el cupo anual, para que vascos y navarros paguen más y contribuyan igual que el resto de españoles.
Díaz fue respaldada por Ximo Puig, pero inmediatamente fue reconvenida por la secretaria general del PSE, Idoia Mendía, quien dijo que es normal que en Andalucía y la Comunidad Valenciana no sepan de que va el concierto, un sistema técnicamente complejo.
Hoy, antes de presentar al alcalde de Sevilla, Juan Espadas, en un desayuno en Madrid, Susana Díaz ha vuelto a la carga para insistir en modular el Cupo anual, lo cual no significa cuestionar el Concierto Vasco y el Amejoramiento del Fuero Navarro, recogidos en la Carta Magna de 1978.
Díaz quiere solidaridad e igualdad entre todos los territorios y no el actual desequilibrio, y ha dicho que en el PSOE hay «bastante acuerdo» con lo que dice.
La presidenta andaluza ha dicho que defiende la igualdad de todos los ciudadanos en este país, y eso significa tener la misma sanidad, la misma educación y los mismos servicios públicos independientemente de dónde vivan, porque es una realidad que no todas las comunidades están financiadas bien.
