Hace 19 años, David Busst sufrió una grave lesión que le apartó de los terrenos de juego. Durante un Coventry – Manchester United, el inglés sufrió múltiples fracturas tras un choque con Denis Irwin.
El impacto fue tal que algunos de los jugadores que estaban sobre el césped necesitaron ayuda psicológica para superarlo y Schmeichel terminó vomitando en el propio terreno de juego.
Hasta 26 operaciones necesitó David Busst para recuperarse de una experiencia que sigue recordando hoy en día. «Lo bueno es que en Old Trafford la ambulancia puede entrar al terreno de juego, lo malo es que tiene los badenes más granes del mundo en el exterior», añadiendo que «me querían operar de inmediato, pero no podía podían porque había comido antes del partido. Pensaron hacerlo mientras estaba despierto, pero me negué», aunque destaca que «estuve despierto cuando me quitaron la bota y la media. Me dolía muchísimo. No llegaba la sandre a la herida y tuvieron que girar la parte posterior del gemelo 45 grados».
Hablando sobre esas fechas, señala que «en los primeros doce días tuve diez operaciones y contraje la bacteria del Staphylococcus aureus, que fue lo que me retiró del fútbol, no la fractura», ya que «muchas de las operaciones fueron para abrilo todo y limpiar la herida. Es un bicho asesino que llegó por haber sufrido una operación masiva, en la que me injertaron músculos de la espalda”.
