España derrota a Bielorrusia y logra el bronce del Eurobasket

Batiéndose el cobre hasta el final, España remató con un perfecto acabado en bronce otra pieza de orfebrería del baloncesto femenino. Las subcampeonas del mundo, lideradas por Alba Torrens, Marta Xargay y Astou N’Dour, superaron con solvencia a Bielorrusia y conquistaron la 10ª medalla de la selección absoluta, la novena en lo que va de siglo, el séptimo podio en los ocho últimos Europeos (un oro, una plata y cinco bronces).

Otro hito en la ascensión que comenzó en 1993 en Perugia. Aquel año, a la estela del quinto puesto en los Juegos de Barcelona y bajo el impulso del mítico Dorna Godella bicampeón de Europa, la selección de Blanca Ares, Marina Ferragut, Betty Cebrián, Ana Belén Álvaro, Wonny Geuer y compañía se colgó el oro en el Europeo. La primera medalla. Ocho años después, en el Europeo de Francia de 2001, llegó la segunda, la de los 28 puntos de Nieves Anula, el primero de tres bronces continentales consecutivos que inauguraron la edad de oro. Amaya Valdemoro y Elisa Aguilar capitanearon una epopeya competitiva que tuvo continuidad, ya sin ellas, con la histórica plata mundial y también en este campeonato, a pesar de la ausencia crucial de Sancho Lyttle, mvp del oro de 2013.

BIELORRUSIA, 58-ESPAÑA, 74

Bielorrusia: Harding (8), Snytsina (7), Verameyenka (6), Ziuzkova (13) y Leuchanka (13) -cinco inicial-; Papova (6), Likhtarovich (-), Troina (3) y Trafimava (2).

España: Domínguez (-), Cruz (4), Torrens (25), Nicholls (8) y N’Dour (18) -cinco inicial-; Palau (-), Xargay (19), Martínez (-), Gil (-) y Romero (-).

Parciales: 18-12, 12-22, 14-21 y 14-19.

Árbitros: Jasmina Juras (SRB), Joseph Bissang (FRA), Fabiana Martinescu (ROU). Eliminadas por cinco faltas Katsiaryna Snytsina por parte de Bielorrusia y Laura Nicholls por parte de España.

Budapest Sports & Events Arena: 3.000 espectadores.

Con pasión, abnegación y determinación; con una defensa asfixiante a partir del segundo cuarto que provocó 14 pérdidas de su rival, las jugadoras de Mondelo se rearmaron tras un inicio dubitativo y pusieron en valor un torneo brillante cuya preparación empezó el 10 de mayo y se prolongó hasta la extenuación de quien lucha siempre al límite de sus fuerzas. Tras ocho victorias en los partidos de rodaje y con un balance de nueve triunfos en los 10 encuentros oficiales, el último esfuerzo encontró el premio de la medalla. Solo la roca francesa pudo con el talento y el espíritu de unas jugadoras que, con el billete asegurado para el preolímpico (del que se han quedado fuera potencias como Rusia o Suecia), buscará cruzar en Río la última frontera.

Un 3 de 4 en triples en los primeros cinco minutos y una firme defensa sobre Alba Torrens permitieron a Bielorrusia tomar la iniciativa del partido ante una España que evidenciaba claros síntomas de fatiga. La puntería de Ziuzkova y los rebotes de Leuchanka colocaron a las jugadoras de Mondelo ante una ruta escarpada rumbo al bronce. La desigual pelea bajo los aros (17-8 en la estadística reboteadora del primer cuarto) y el desenfoque de La Roja desde el perímetro (1 de 6 en triples en ese tramo) provocaron el primer estirón en el marcador (16-9, m. 5). A falta de fluidez en ataque, Anna Torrens, Laia Palau y Anna Cruz elevaron la presión defensiva y comenzaron a coleccionar robos de balón que desataron a España. Dos aciertos de Torrens y Xargay desde el 6,75 y seis puntos de N’Dour cimentaron los mejores minutos de las españolas (24-30, m. 16). Para sostener la reacción, Mondelo recurrió a Leticia Romero y Anna Cruz, en busca del dinamismo que desmontara a Bielorrusia.

El segundo parcial concluyó con un 12-22 para España, que cambió la inercia del choque. Apenas la pareja Ziuzkova-Leuchanka logró capear el temporal para reenganchar momentáneamente a las de Buyalski (39-40, m. 23). Enemigas íntimas en los últimos tiempos, Bielorrusia fue el obstáculo de La Roja en las semifinales del Europeo 2007, en el partido por el bronce del campeonato de 2009 y, de nuevo en la final de consolación, del Mundial de 2010. Siempre ganó España que, con la confianza que la otorgaba la enciclopedia, comenzó a desatar su optimismo a la vuelta de vestuarios. Nicholls y N’Dour (18 puntos y 7 rebotes) equilibraron la pelea bajo los aros y Torrens retomó la faena anotadora. Con la mano derecha vendada al comienzo del encuentro y con el gesto desencajado por el agotamiento, la de Binissalem entregó su último aliento en busca del premio con una de sus famosas exhibiciones de tiro: 11 puntos en el tercer cuarto (25 en total) que dejaron a España al borde de la hazaña (43-55, m. 29). Xargay tomó el relevo lanzó su hoja de servicios hasta los 19 puntos y Bielorrusia no se levantó de la lona. El bronce fue para España.




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