La FIFA vive de sobresalto en sobresalto. En plena polémica por los escándalos de corrupción que han terminado con la dimisión de Joseph Blatter, otra noticia ha provocado las iras hacia la institución. Y es que en la semana que arranca el Mundial femenino de Canadá, que se disputa del 6 de junio al 5 de julio en un polémico césped artificial, se ha conocido que la FIFA ha solicitado a las federaciones de las 24 selecciones participantes que las jugadoras se sometan a una prueba de género para confirmar que son mujeres.
«La FIFA tendrá sus razones», explicó Doris Fitschen, gerente de la Federación Alemana de Fútbol (DFB) a Bild. Las jugadoras, en general, se han tomado con normalidad tal requerimiento, que de no seguir podría acarrear sanción. Al menos, en público. «Todas nos hemos divertido con esta prueba y no nos lo hemos tomado muy en serio», afirmó Lena Goessling. Las españolas, que debutan el día 9, dicen no saber nada y prefieren guardar silencio, aunque algunas consideran una humillación que tengan que verificar su sexo como se solicita en el apartado 24 del reglamento. «Todas las disposiciones relativas a la organización y procedimiento del Reglamento de la FIFA para la Verificación de Sexo se aplicarán a protestas relacionadas con la aptitud de una jugadora por cuestiones relativas al sexo, a menos que el presente reglamento contenga disposiciones divergentes en cuanto a la verificación de sexo».
