La madrugada del de mayo, con las primeras luces del alba, se ha ido uno de los grandes del flamenco, el cantaor Manuel Molina. Fallecía a los 67 años en su casa de Sevilla a causa de un cáncer terminal.
Hace dos meses, cuando le diagnosticaron un cáncer terminal, Molina tomó la decisión de no recibir tratamiento médico y morir en paz junto a su actual pareja. Era padre de la también cantante Alba Molina.
El cantaor formaba parte del grupo ‘Lole y Manuel‘ junto a su primera mujer Lole Montoya con la que en 1975, nada más casarse, publicaron su primer disco ‘Nuevo Día’. Con ella desarrolló su faceta como autor y compusieron muchas de las canciones que más se conocen hoy en día en el mundo del flamenco.
Manuel Molina iba a recibir un homenaje
Su familia estaba organizándole un homenaje con amigos en el que cantaría su hija, pero la enfermedad se agravó, y se vieron obligados a posponerlo. Sus restos mortales se trasladarán al Teatro Municipal Romero San Juan en Sevilla para darle el último adiós.
