Los familiares del asesinado exponente urbano dominicano Monkey Black trabajan en los trámites para traer los restos de su pariente desde Barcelona, mientras las autoridades españolas tratan de identificar a los responsables del crimen. «Ya se está trabajando para traer los restos del rapero al país. La esposa de Monkey Black junto a varios amigos están concentrados en que se detenga a los responsables de este crimen», informó Santiago Matías (Alofoke) a esta redacción, al tiempo de desmentir que al cantante le quitaron la vida en asuntos relacionados con las drogas. Según unas grabaciones que tiene Matías en su poder (la cual transmitió a través de su programa radial), se escucha a Monkey Black planeando quitarle un cuchillo a uno de sus agresores para irse a los puños en un bar.
«Ese fue el error, y lamentablemente lo perdimos. Le dieron tres puñaladas, se mantuvo con vida unos 45 minutos, pero no pudo reponerse de las heridas». El intérprete de «El sol, la playa y tro de vaina» había discutido con dos hombres de origen gitano en un bar de Barcelona en la localidad de Sant Adrià de Besòs. Tras herir de muerte al cantante los presuntos homicidas se dieron a la fuga dejando olvidados en el bar algunos objetos personales, que no precisaron. «Le vi salir con la espalda ensangrentada», contó una de las dueñas del local al periódico El País de España. Monkey Black apenas tuvo fuerzas para caminar unos metros. Intentó entrar en otro bar a pedir ayuda, pero se desplomó. Los agresores huyeron. «Todos saben quiénes son, o se entregan o iremos por ellos», amenazaron dos amigos de la víctima. Matías lamentó el temido y augurado final: «Era un talento, que intentó buscar una vida mejor en España», expresaron. El padre de Monkey Black, conocido como Papañejo, pidió ayuda a las autoridades dominicanas para traer los restos de su hijo desde Europa y para que este asesinato no quede impune. «Nos sentimos indignados. Nos cogió de sorpresa», expresó en «Alofoke Radio», espacio de música urbana.
