El “Monday’s” se llevó a cuatro jóvenes de una misma familia

Ya no hay lágrimas que acompañan el dolor de las familias, luego de haber se­pultado los cuerpos hace al­rededor de una semana, solo queda indignación y frustración al no tener res­puesta de las autoridades sobre los culpables de las muertes de al menos siete personas residentes en una misma calle por la ingesta de alcohol adulterado, inclui­dos cuatro miembros de una familia.

Tres velones, flores, un le­trero que dice Ariel Montero y Cándida Montero y la ima­gen de Jesucristo y la virgen María acompañan las fotos de los fallecidos que reposan en una pequeña mesa en la sala del hogar, mientras la madre de Ariel, permanece sentada admirando la foto­grafía de su vástago.

“Para mí, en cualquier ra­to viene mi hijo, mami estoy aquí”, relata Nancy Otáñez, madre de Ariel Montero, de 32 años, al negarse a creer que su primogénito falleció hace una semana a causa de alcohol adulterado con Me­tanol que ella también con­sumió.

El ruido de vehículos y al­gunos murmullos entre con­versaciones es lo único que interrumpe el silencio des­garrador entre residentes del sector Los Sanjuaneros del municipio Santo Domin­go Oeste, donde la familia Montero llora a cuatro de sus seres queridos.

“Para mi ese niño, está por ahí caminando, en cual­quier rato puede llegar a la casa, para mi ellos no están muertos”, dice Nancy a la vez que reclama que los ver­daderos culpables sean some­tidos a la justicia para aliviar un poco la tristeza que no de­volverá a la vida a sus familia­res, pero les hará dormir más tranquilos.

La familia Montero excul­pa a quien solo identifican co­mo Darwin, el joven que les vendió la bebida, ya que ase­guran este solo revendió el producto y detallan que el vendedor también resultó afectado igual que su esposa y una hermana.

Lo que parecía ser un jugo de frutas con alcohol y que re­cibía el nombre comercial de Monday’s y que debió termi­nar en una simple resaca lue­go de compartir entre familia­res y vecinos, se convirtió en una sentencia de muerte pa­ra algunos de los que la con­sumieron.

Aristides Montero, padre de Ariel, hermano de Cándi­da, de 38, y tío de Fanny y De­lis relata que el Sábado Santo sus familiares estaban com­partiendo en la acera frente a la casa y que al terminar el compartir todos se fueron pa­ra sus casas sin ningún sínto­ma.

Es el Domingo Santo cuan­do los afectados empiezan con una sensación de ardor en el estómago pero pensa­ron que era producto de la re­saca, cuenta Aristides.

“Yo nunca pensé que era muriéndose que estaba mi hijo, para mi estaba resaca­do, yo salí de la casa y lo de­jé acostado, cuando yo vol­ví a la casa él estaba desnudo en la habitación, parece que se estaba quemando por den­tro”, relata Arístides, quien lle­vó primero a Ariel y, al llegar a la clínica, tuvo que volver en busca de su hermana pero ninguno sobrevivió.

Los familiares de las vícti­mas en Los Sanjuaneros rea­lizarán una misa el próximo sábado a las 10:00 de la ma­ñana a todos los fallecidos en el lugar.

Sobreviviente
Nacny Otáñez cuenta que ella se sentó con su hijo y los de­más familiares donde com­partían, y que consumió dos vasos de la bebida, y al otro día salió a realizar unas dili­gencias cuando su esposo la llamó para indicarle que to­dos los que habían consu­mido la bebida debían ir al hospital porque estaban in­toxicados.

Nancy había amanecido con algunos malestares, pero no pensó que se tratara de al­gún efecto negativo por la be­bida, al llegar al centro médi­co le colocaron una solución salina de forma intravenosa, tratamiento que tuvo que re­petir el lunes, mientras llora­ba la muerte de su hijo.

El director del Hospital de Engombe, Ramón Núñez, ex­plica que a la emergencia de ese hospital llegaron ese fin de semana 30 personas afec­tadas, de las que 22 fueron re­feridas a otros centros clínicos y cuatro fallecieron, las demás fueron dadas de alta luego de recuperarse.

Hasta ayer en este hospital no había ingresada ninguna persona intoxicada a causa de alcohol adulterado, confirmó Núñez.

Síntomas de intoxicación por alcohol adulterado
El director del centro mé­dico explica que los síntomas que presentan las personas cuando ingieren alcohol adul­terado van desde visión borro­sa, mareos, náuseas, vómitos y decaimiento.

De acuerdo a la cantidad in­gerida, los síntomas aumen­tan a pérdida de conocimien­to, dificultad respiratoria, entrar en estado shock y en los casos más graves de produce la muerte.

El Ministerio de Salud Pú­blica informó ayer lunes que identificó la bebida “Kapicúa” como una tercera fuente vin­culada con los casos de intoxi­cación y muertes por la in­gesta de bebidas alcohólicas adulteradas con metanol, ocu­rridos específicamente en los municipios de Licey Al Medio y Villa González, en Santiago.

La procesadora y embote­lladora de la bebida alcohólica “Kapicúa” emitió ayer un co­municado pidiendo a las auto­ridades dar con los responsa­bles de adulterar la bebida, ya que su producto fue objeto de falsificación.

“La marca que representa­mos en el país tiene su Certi­ficado de Registro Sanitario, número 47572, emitido por el Ministerio de Salud Pública, con vigencia hasta enero del 2026”, detalló la empresa.

Hasta el domingo la inges­ta de alcohol adulterado ha­bía provocado la muerte a 57 personas y sobre los 115 afec­tados.

Los casos se han atendido en por lo menos 27 hospitales del país y los afectados van de 10 a más de 60 años.

Entre los lugares don­de se han identificado afec­tados se encuentran San­to Domingo Oeste, Piedra Blanca, el Distrito Nacional, Villa González, Bisonó, San­to Domingo Este, Moca, Li­cey Al Medio, Imbert, Hai­na, Santiago, Esperanza, Santo Domingo Norte, Bo­nao y Los Alcarrizos.



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