Comerciantes y narcos: la doble vida de dos hermanos en Marbella

La Policía Nacional desarticula una organización que ofrecía servicios de logística a narcotraficantes para introducir droga en España y blanqueaba sus ganancias a través de dos tiendas de ropa de marca

Gestionaban dos tiendas de ropa de marca. En apariencia eran dos empresas con una actividad totalmente legal de la empresa holandesa My Brand. Pero sus dueños, dos hermanos afincados en Marbella (Málaga), llevaban un alto nivel de vida que, según la Policía Nacional, era “incompatible” con su trabajo. Acumulaban al menos una veintena de vehículos, tres embarcaciones y dos inmuebles, propiedades cuyo valor sumaba un millón de euros. Una investigación ha determinado que los establecimientos comerciales, ubicados en Sevilla y Puerto Banús, servían como tapadera para la labor que ambos desempeñaban: liderar una organización que prestaba servicio a narcotraficantes para introducir hachís y cocaína a través del río Guadalquivir, una ruta al alza tras la presión policial del Campo de Gibraltar.

La operación se ha desarrollado a dos bandas entre las provincias de Málaga y Sevilla. Sin embargo, arrancó en noviembre de 2018 en Cádiz tras la incautación de 900 kilos de cocaína en el Puerto de Algeciras y la posterior desarticulación de un grupo de narcos de origen holandés que introducía grandes cantidades de esta sustancia mediante contenedores de barco. Entonces se detectaron lazos con una organización que tenía su base de operaciones en la provincia sevillana y a sus jefes en la malagueña. Ofrecían servicios de logística para el transporte de droga entre Marruecos y España. La Policía Nacional comenzó entonces la operación denominada Runner-Newton que ha servido para arrestar a los dos máximos responsables de la banda, así como a otras 13 personas. Entre ellas se encuentran dos empleadas de una entidad bancaria, dos trabajadores de una gestoría y el de una correduría de seguros. Se les considera presuntos participantes en los delitos de tráfico de drogas, blanqueo de capitales, fraude a la Seguridad Social, falsedad documental y/o pertenencia a organización criminal.

Desde Marbella, los detenidos habían desarrollado un entramado de sociedades que servía para dar cobertura a las dos tiendas de ropa de marca. Ninguno de ellos tenía vinculación aparente en las empresas, ya que estaban a nombre de familiares ―como la madre y la expareja de uno de ellos― y personas de confianza. Los establecimientos funcionaban con aparente normalidad: tenían contratos de trabajo, nóminas y balances anuales. Estos siempre daban beneficios: servían para blanquear “elevadas cantidades de dinero”, según han explicado fuentes policiales. “Mediante la existencia de estas sociedades los investigados canalizaban las ganancias del tráfico de drogas, adquirían bienes de gran valor y accedían a préstamos y productos bancarios”, ha subrayado la Policía Nacional en un comunicado. Los gestores investigados por el Grupo III de Blanqueo de Capitales de Málaga simulaban las ganancias para dar apariencia legal a los ingresos, haciéndolo también de manera que la expareja de uno de los cabecillas pudo incluso acceder a prestaciones de la Seguridad Social.

Contaban con la ayuda de dos trabajadoras bancarias que, según los investigadores, les permitían operar con cuentas bancarias a nombres de terceros o empresas sin ser titulares ni estar autorizados para ellos, así como facilitar préstamos y seguros para amortizar el dinero procedente del narcotráfico. Además tramitaban desde una correduría los seguros de los vehículos de la organización, siempre a nombre de terceras personas. Toda la operativa administrativa se encontraba en Sevilla capital, mientras que la logística se desarrollaba en el municipio de La Rinconada. Allí se preparaban y ponían a punto las narcolanchas, para ser trasladadas más tarde hasta un embarcadero en el río Guadalquivir a la altura de Lebrija, desde donde partían hacía Marruecos para volver con hachís o cocaína. Mientras, los máximos responsables del grupo disfrutaban de su dinero en la Costa del Sol.

Como resultado de la operación, los agentes de las Unidades de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) de la Costa del Sol y Sevilla han intervenido 700 gramos de éxtasis, 25.000 euros y 6.800 dólares en efectivo, además de seis vehículos de alta gama, tres máquinas de contar billetes, una moto acuática, documentación, teléfonos móviles y dispositivos informáticos. En uno de los coches se localizó, además, un kilogramo de cocaína, otro de metafentamina, un arma corta con el número de serie borrado, cuatro cargadores con 51 cartuchos, un chaleco antibalas y un inhibidor de frecuencias. También se han bloqueado productos financieros a nombre de los investigados y el entramado societario, así como dos viviendas valoradas en 600.000 euros, 19 vehículos y tres embarcaciones con un valor de 400.000 euros.



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