Con Roland Garros a la vuelta de la esquina, el británico Andy Murray y la estadounidense Serena Williams decidieron retirarse del torneo de tenis de Roma para cuidar su estado físico de cara a la gran cita en París.
Murray, que ganó sus últimos diez partidos sobre arcilla y encadenó los títulos de Múnich y Madrid, debía enfrentarse en octavos de final al belga David Goffin, pero aseguró sentirse «exhausto» por la sucesión de partidos. «Obviamente estoy cansado», dijo el número tres del mundo. «Me sentí bien sobre la cancha y jugué un buen partido, pero esta mañana estaba exhausto cuando me levanté», afirmó Murray, que en su debut batió con comodidad al francésJeremy Chardy.
«Hice 40 minutos de calentamiento y me sentí muy desinflado«, añadió Murray, que aseguró que habló con su preparador físico y su entrenadora, Amelie Mauresmo, durante media hora para decidir qué era lo mejor. «No tenía sentido jugar para mí. Uno se arriesga a lesionarse o enfermar si juega cuando está tan cansado. Intento tomar la decisión correcta y escuchar a mi cuerpo», explicó.
«He jugado nueve partidos en 12 días y algunos dobles. Es la tanda más larga que he tenido sobre polvo en mi carrera, así que esto parece lo correcto», agregó el escocés, que nunca había ganado hasta esta temporada un torneo sobre arcilla. Poco después, el torneo romano sufrió un nuevo golpe con la deserción de Williams. La número uno no se presentó a su encuentro de octavos de final ante la estadounidense Christina McHale por una lesión en el codo derecho.
