Salir a la calle e intentar seguir la rutina se va haciendo complicado, aún tomando las precauciones adecuadas la paranoia general nos toca de cerca, las estanterías de los supermercados y las tiendas de abastecimiento quedan vacías rápidamente siendo los productos de higiene los primeros en agotarse seguidos de los alimentos en conserva o aquellos no perecederos.
He visto un nuevo estilo de saludo entre millennials chocando hombros opuestos, paradójicamente muy alarmados probablemente por la cantidad de información vía redes que manejan y siendo aún uno de los colectivos de menos riesgo.
Voy reeditando la agenda en función de las estadísticas, modificando, posponiendo o eliminando planes. La incertidumbre me va invadiendo inevitablemente.
Es de vital importancia acortar la cadena de contagios para proteger a los más vulnerables y evitar el colapso de los sistemas de salud.
Ningún gobierno va a tomar a la ligera medidas de emergencia como suspender clases y vuelos, cerrar empresas o aminorar servicios, prohibir eventos multitudinarios, todo esto con las consecuencias posteriores que afectarán drásticamente la economía.
Las autoridades deben garantizar atención medica, suministro de medicamentos, abastecimiento de material sanitario. Crear planes de protección para el aumento del desempleo debido a la caída en la demanda de servicios en diversos sectores tales como turismo y transporte que ya están siendo afectados con las cancelaciones. Estamos ante una crisis y el pánico financiero fácilmente puede derivar en catástrofe económica.
La enfermedad oficialmente ya es una pandemia.
A pesar de contar con los avances tecnológicos y recursos humanos de alta capacitación, la rápida propagación del virus propiciada por la relación de interdependencia entre los países debido a la dinámica de la globalización nos enfrenta a una veloz expansión de esta amenaza biológica llamada Covid-19.
Acatemos las recomendaciones sigamos el protocolo de higiene adecuado, evitemos contactos innecesarios, lavemos nuestras manos. Cuidando de nosotros mismos en un acto de amor y respeto por la vida, cuidamos a otros también, seamos más humanos y sobretodo mantengamos la calma y continuemos.
Carmen Concepcion
Ningún Gobierno tomará a la ligera medidas de prevención, excepto tu amada República Dominicana! Aquí todo es pan y circo!