La misión del juez Brian Cogan: que el Chapo no dirija el cartel de Sinaloa desde su celda de Nueva York

El magistrado mantiene al narco en aislamiento para evitar que envíe órdenes a su cartel.

La jaula del Chapo Guzmán seguirá sellada hasta su juicio. El juez Brian Cogan da prioridad absoluta a impedir que maniobre desde su celda de Nueva York y este jueves ha rechazado el reclamo de los abogados del narco de sacarlo del régimen de aislamiento y normalizar sus condiciones de reclusión. El magistrado ha aceptado, únicamente, que pueda enviar cartas a su esposa. Pero antes de llegar a destino serán escrutadas hasta el punto y coma para evitar que esconda órdenes para el cartel de Sinaloa y opere desde prisión su imperio perdido.

Guzmán, hasta su arresto el capo más poderoso del mundo, se encuentra en un aislamiento casi completo. Solo puede ver a sus abogados, que se turnan para verlo con frecuencia porque aseguran que el rey del crimen mexicano está al borde de la locura. Tiene prohibido juntarse con otros reclusos y pasa encerrado 23 horas al día. Cogan ha dado un mínimo paso en la flexibilización de su encierro al permitirle que se cartee con su joven esposa Emma Coronel, de 27 años. Todo apunta a que no cederá un milímetro más.

El exjefe del cartel de Sinaloa está pagando su mítico historial de artimañas, que le valieron para fugarse dos veces de la cárcel en México, escabullirse la mayor parte de su carrera criminal de los grupos especiales que le seguían las pisadas y convertir la frontera de EE UU en un coladero por el que flitrar toneladas de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana. El juez Cogan se ha propuesto tenerlo maniatado. Que el traficante de los mil alias –El Chapo, El Rápido, Shorty, El Señor, Papa, El Viejo, entre otros que encabezan la resolución de este jueves del magistrado no tenga ni asomo de margen para intentar el último y más grande truco de su carrera forajida: evadir a la Justicia de EE UU.

Argumenta el juez: «El Gobierno tiene el legítimo objetivo de impedir que el acusado pueda dirigir el cartel de Sinaloa desde prisión, coordinar cualquier fuga de la cárcel u ordenar cualquier ataque contra individuos que él crea que están cooperando con el Gobierno». También deniega la petición de  Amnistía Internacional de visitarlo para comprobar su estado de salud. Cogan esgrime que sus rigurosas medidas contra el Chapo no contravienen ningún artículo constitucional. Son, afirma el magistrado, «razonablemente necesarias».

El fracaso de la defensa de Joaquín Guzmán para darle más oxígeno coincide con una fase de guerra interna en el cartel por apoderarse de la organización tras la caída del jefe. Este martes fue detenido en la Ciudad de México Dámaso López, alias El Licenciado, antiguo socio del Chapo. Los índices de homicidios han subido en Sinaloa. Y el antiguo jefe de jefes, encerrado a cal y canto.

El Chapo está acusado de 17 delitos que podrían acarrear la cadena perpetua. Todavía no hay una fecha fijada para el juicio. Este viernes se celebrará una nueva audiencia, a la que acudirá Guzmán. Según la fiscalía, el narco, criado en la Sierra Madre mexicana sin apenas educación formal, ha empezado a aprender alguna palabras en inglés. Sin opciones de esfumarse a la vista, al Chapo Guzmán le queda una sola vía para defenderse. La que jamás ha practicado. La vía legal.




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