La expresidenta madrileña Esperanza Aguirre comparecerá el próximo jueves como testigo en el juicio de Gürtel para dar explicaciones sobre el fraccionamiento de contratos que hacía la Comunidad de Madrid a las empresas de la red corrupta, presumiblemente para evitar que entrasen a concurso público.
Así lo indica un informe de la Unidad de Auxilio Judicial, que apunta que la región fraccionó entre 2004 y 2007 adjudicaciones por 3,1 millones de euros en contratos menores (de menos de 12.000 euros) para eludir que las empresas tuvieran que concurrir públicamente.
Sobre ello, y no sobre su “condición política”, deberá responder la que fue presidenta de la Comunidad de Madrid durante tres legislaturas que ganó con mayoría absoluta y tres veces elegida número uno del PP madrileño, cargo que ostentó a lo largo de doce años.