La historia de María Lucía De Almeida puede causar escalofríos a más de uno. Esta joven brasileña ha sido rescatada este domingo por la policía tras 16 años de cautiverio, gracias a un chivatazo anónimo.
La joven, de 36 años, ha permanecido encerrada en una habitación “alejada del paso de los vecinos” durante todo este tiempo por haberse quedado embarazada de un desconocido cuando tenía 20 años. Avergonzados, la familia decidió encerrarla en un zulo de tres metros cuadrados, donde meses más tarde nació su bebé.
A pesar de la oposición de su madre, su padre y su hermano decidieron atrapar a la joven en esta pesadilla durante años. Cuando la madre dio a luz, el pequeño fue dado en adopción, pero la joven tuvo que permanecer en su pequeña cárcel.
El infesto lugar tampoco contaba con electricidad, por lo que la única luz con la que contaba era la que penetraba por una minúscula ventana. María Lúcia tampoco contaba con un baño así que la habitación tenía un fuerte olor a orina y heces
