Pablo Raéz, el joven de Marbella que consiguió aumentar las donaciones de médula gracias a su campaña en las redes sociales, ha fallecido este sábado rodeado de su familia. Padecía leucemia desde 2015 y rechazó el trasplante al que fue sometido en noviembre pasado. El atleta nunca perdió el optimismo y se mostró siempre dispuesto a luchar contra la enfermedad, pero él mismo utilizaba sus perfiles sociales para explicar que las cosas no iban bien del todo. “Esta etapa está resultando difícil, pero no imposible”, escribió en su página de Facebook el pasado 25 de enero. La entrada terminaba con la siguiente frase: “La muerte forma parte de la vida, por lo que no hay que temerla, sino amarla”.
“Ha sido lo que tenía que ser, su situación era muy complicada. Su cuerpo ya no ha podido soportarlo”, ha contado su padre, Francisco Ráez, al diario Sur de Málaga tras su fallecimiento. “Mi hijo lo sabía igual que lo sabíamos todos, pero ha luchado hasta el final”, ha añadido.
El Ayuntamiento de Marbella ha decretado dos días de luto por la muerte del joven y las banderas ondearán a media asta en la Casa Consistorial. Su fallecimiento se ha producido unos días antes de que Ráez recibiera, el próximo 28 de febrero, la Medalla de la Ciudad de Marbella, distinción que se otorga con motivo del Día de Andalucía y que le fue concedida al joven por ser un ejemplo de superación. En señal de duelo, la entrega de las Medallas de la Ciudad ha quedado suspendida y el galardón se entregará a Pablo Ráez a título póstumo en un nuevo acto.
