La mayoría de madres y abuelos harían cualquier cosa por preservar la vida de sus hijos o nietos. Esto es lo que, precisamente, hizo Virginia cuando vio que su nieta tropezó y se precipitó desde la azotea de la casa. El resultado pudo haber sido trágico si no hubiera sido por la intervención de esta abuela coraje de Perú, que no dudó ni un momento en saltar detrás de la pequeña.
Cuando vio a la niña precipitarse, fue detrás de ella y la abrazó, pero eso no evitó que las dos cayeran al vacío. La mujer envolvió a la pequeña con sus brazos y evitó que impactara contra el suelo. La niña resultó herida leve, pero la abuela casi muere en el acto porque en el choque se clavó una barra de hierro.
Cuando los bomberos la trasladaron al hospital, los facultativos pudieron comprobar cómo la barra entraba por el cuello de la mujer, recorría parte de su cuerpo y llegaba al pulmón. “Por escasos milímetros no se lesionó la aorta”, ha explicado el médico que la intervino.
Virginia, que se debatía entre la vida y la muerte, fue operada de urgencia. La pericia médica para ella ha sido un golpe de suerte. Y ahora posa feliz ante los medios de comunicación junto al doctor que la ha salvado.
