La factura de la luz se encarece mes a mes. El mercado mayorista toca máximos desde hace años. Y eso, en medio de la llegada de una ola de frío polar que dispara el consumo y los precios. Para evitar un disgusto cuando haya que pagar, lo mejor es intentar ahorrar en el gasto, ser eficiente.
Hay que tener en cuenta, antes que nada, que es posible que la potencia contratada con la compañía eléctrica no sea la que precisamos y que a la vez no tengamos contratados servicios que no se necesitan. Si se desconfía, lo mejor es consultar con la empresa y renegociar los términos.