Tenemos que informar de un nuevo caso de homofobia pero que en esta ocasión, después de mucho sufrido, se ha hecho justicia sobre la persona afectada. Lorena Rivera es una joven abogada de profesión que comenzó a trabajar en el Consejo Nacional de Cultura y de las Artes (CNCA) de Chile con muchísima ilusión hasta que los compañeros descubrieron que era homosexual.
El infierno vivido por esta mujer se prolongó durante los años 2015 y 2016 sin vistas a ponerle fin. A pesar de que ella llevaba trabajando allí desde 2012 y todo había ido correctamente, en el momento en que el resto de empleados supieron que su pareja era otra mujer, llegaron los problemas.
Algunas de las situaciones discriminatorias que tuvo que sufrir la víctima fueron chistes sobre su orientación sexual, acoso homófobo, burlas y determinados rumores de mal gusto. Quienes lo potenciaron fueron la coordinadora de Ciudadanía Cultural de la CNCA que incluso propuso a Lorena que reconociese su sexualidad ante el resto de compañeros y la directora regional del organismo.
El Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (MOVILH) de Chile es la asociación que se ha esmerado en llevar el caso ante las autoridades para que a la abogada se le reconociese su derecho a la intimidad y por supuesto, que se pusiese fin de una vez por todas a esta discriminación desmedida y reiterada.
La sentencia actual ha dictaminado que Lorena sufrió un acoso sin fin dónde dos dirigentes como las antes mencionadas, eran las principales protagonistas. Ahora, el Consejo Nacional de Cultura y de las Artes deberá pagar unos 35.000€ a la mujer por todos estos años en los que se la ha perseguido sin miramientos. Ella, que ha tenido que recibir ayuda psicológica en más de una ocasión, sigue recuperándose de los daños causados aunque sabiendo que todo ha salido al fin a su favor.
Gracias a Movilh todo el tema del acoso laboral con respecto a la homofobia está mucho más controlado que hace algunos años así que también hay que tener en cuenta el esfuerzo que pone siempre la asociación por conseguir los objetivos marcados de entre los que se destaca el que todos seamos iguales ante la ley y en un puesto de trabajo.
