Actor y director de cine para adultos, tras quedar finalista en Supervivientes, Nacho Vidal ha pasado a ser un rostro habitual de algunos programas de entretenimiento de televisión. El viernes pasado, 16 de diciembre, y quizás animado por la imagen de Avery Jackson en la portada del National Geographic, que apoya públicamente en su cuenta de Instagram, da un paso adelante en el programa Sálvame Deluxe para hablar públicamente de la transexualidad de su hija. «Mi hijo Nacho ahora se llama Violeta», confiesa el actor, hablando sobre las dificultades que ha pasado para asimilar su condición, a pesar de haber desarrollado una actividad tan liberal y tan abierta habitualmente hacia el colectivo LGBT como el cine porno.
El principal temor de Nacho Vidal era que su hijo fuera transexual por los prejuicios que la sociedad tiene todavía en la actualidad hacia este colectivo: «Al principio pensaba que mi hijo era marica y le dije que no pasaba nada (…). El miedo se hizo realidad a sus 6 años», cuando un día le pregunta «¿Por qué me llamáis Nacho si yo quiero llamarme Sara y ser chica?». El actor y empresario aclara que «no estamos hablando de un niño que juega a ser niña, estamos hablando de una niña (…). Es muy madura, tiene responsabilidades y una lucha que no deberían existir para una niña de 9 años», que son los que tiene en la actualidad Violeta.
En la entrevista también explica que «la primera barrera es el nombre porque en los documentos ella aparece como Ignacio Puerta González, pero ella es una niña por dentro y por fuera. Eso como padre duele (…). Algo tan sencillo como es cambiar el nombre (…) me causó problemas en un juzgado, en el que el juez me dio la razón pero la fiscal se opuso al cambio», sin embargo, no tuvo ningún problema para que en el colegio aceptaran que su hija fuera vestida acorde a su identidad de género, además de que ya se habían percatado de la situación.
