La muerte de la mediática vedette Cristina “La Veneno” dejó conmocionada a toda una generación de seguidores que se ha manifestado por los medios y redes sociales de índoles muy diversas. El pasado 9 de noviembre, recibíamos la trágica noticia del fallecimiento de la artista después de haber pasado varios días en coma a razón de un traumatismo producido por un golpe en la cabeza.
Hoy sábado 12 de noviembre estaba programado el entierro de Cristina Ortiz Rodríguez en Adra, municipio de Almería que la vio nacer. Sin embargo, tras peticiones reiteradas para que el cuerpo de la mujer tuviese derecho a una segunda autopsia, la familia ha conseguido el sí del juez y éste ha paralizado el funeral para hacer todo lo posible.
Desde un primer momento las investigaciones apuntaron a que el accidente que a “La Veneno” le produjo la muerte, había sido de orden doméstica a razón de la ingesta de alcohol y pastillas que había tomado. Sin embargo, comentarios por todas partes alegaban que ésta podría haber sido asesinada y es ahora cuando se quiere saber si hay posibilidad de sacar algún dato más al respecto.
Hay indicios de que haya sido un crimen. Parece que el juez ha visto que la policía y el hospital no han actuado bien”, confirmaba Francisco, hermano de Cristina, en el día de ayer al periódico de “El Español” La familia en este aspecto, pretende demandar al Hospital Universitario de La Paz al pensar que ha habido una negligencia en todo esto.
La incógnita sigue en el aire y es que en los últimos días “La Veneno” ha sido noticia y no precisamente porque su vida le fuese bien. Al parecer sufría una fuerte depresión y su novio -persona que sigue en el punto de mira después de todo lo ocurrido- aseguraba que la vedette hacía tiempo que quería suicidarse.
Hasta la próxima semana no se realizará la segunda autopsia que se ha pedido del cuerpo y con ella se espera que se esclarezcan algunos detalles nuevos acerca de esta tragedia que ha terminado con la vida de una mujer que siempre luchó contracorriente por demostrar quién era. ¡Descanse en paz, Cristina!
