¿Puede Donald Trump cumplir con todas sus promesas?

“Una tragedia americana”. Este fue el título de la revista estadounidense The New Yorker luego del triunfo electoral de Donald Trump, quien desde el inicio de su campaña presidencial prometió “renovar el sueño americano”. Sin embargo, lo que causó alarma en parte de la población mundial no fue el fin, sino los medios con los que supuestamente pretende lograr su objetivo.

Por sus polémicas declaraciones Trump ha sido catalogado de misógino y racista.

Durante su carrera por el puesto presidencial prometió medidas contrarias a la política “clásica” estadounidense, incluso, muy distintas a las del partido al que pertenece (Republicano). Prometió construir un muro en la frontera con México; deportar a millones de inmigrantes; detener el ingreso a musulmanes; anular el Tratado de Libre Comercio de América del Norte; mejorar las relaciones con Rusia, entre otras cosas.

A pesar de que las principales encuestas daban como vencedora a la demócrata Hillary Clinton, el candidato republicano ganó las históricas elecciones presidenciales con 279 votos electorales, frente a los 218 de su adversaria.

En las elecciones al Senado y a la Cámara de Representantes de Estados Unidos la historia fue muy parecida: los republicanos obtuvieron la mayoría en ambas contiendas. Esto podría significar que Trump puede tener más libertad para decidir durante su período. ¿Podrá el próximo presidente de EE UU “revolucionar” el sistema de ese país?

“Las decisiones pasan por el Congreso”

A diferencia de los sistemas presidencialistas latinoamericanos, en Estados Unidos las decisiones dependen en gran medida del “establishment”, es decir, las instituciones o grupos dominantes que ostentan el poder, explicó el analista político Julio César Pineda, en una entrevista exclusiva para El Nacional Web.

“Ese “establishment” sigue aunque el personaje sea distinto. La política exterior se desarrolla de manera funcional con el control de los republicanos o de los demócratas. No todos los republicanos apoyan a Donald Trump. El sistema se va a imponer sobre él. Aunque es muy prematuro pronosticar lo que pueda pasar”, argumentó Pineda.

El especialista en temas políticos comparó las intenciones de Barack Obama en sus campañas presidenciales con lo que realmente aplicó durante su mandato. “Obama anunció muchas medidas de carácter social y tuvo que frenarlas porque el “establishment” se lo impidió. Además del sistema, el mismo partido Republicano va a frenar ciertas iniciativas”, agregó.

Aseguró que la ideología política del presidente electo de Estados Unidos es muy distinta a la de los representantes del partido Republicano, quienes, a su juicio, no permitirán que Trump “vaya por su lado”.

La internacionalista Elsa Cardozo concuerda con el análisis de Pineda. Sin embargo, advirtió que los representantes republicanos harán todo lo posible para que su partido se imponga en el Congreso.

“Aunque no va haber una aplanadora Republicana apoyando incondicionalmente a Trump, en algunos temas lo apoyarán. Tendrá que negociar muchas cosas con su propio partido. Creo que el primer mensaje de unidad que dio en su primer discurso postelectoral fue dirigido a su propio partido”, argumentó Cardozo.

“Congreso acatará decisiones de Trump para unificar al partido Republicano”

El partido Republicano se dividió durante la campaña electoral de Trump: algunos apoyaron sus iniciativas “radicales”, mientras que otros rechazaron sus declaraciones y promesas electorales. Por lo tanto, es de esperarse que en un principio los republicanos apoyen todas las decisiones que proponga Donald Trump, señaló el internacionalista Gerardo Arellano.

A juicio de Arellano, Trump podrá paralizar, sin mayor esfuerzo, todas las transacciones comerciales que posee actualmente Estados Unidos. “El partido Republicano no está profundamente dividido. Trump va a reconstruir el partido”, sostuvo.

Los empresarios estadounidenses jugarán un rol importante cuando las consecuencias de las decisiones del presidente comiencen a afectar la economía del país. El especialista explicó que esas consecuencias podrían presionar a Trump para que recule con sus políticas, principalmente en las relaciones bilaterales de EE UU con China y la Unión Europea.

“No solo la economía se verá perjudicada. El principal perdedor en el gobierno de Trump serán los derechos humanos”, advirtió.

“Poseer mayoría en el Congreso de EE UU no significa tener un cheque en blanco”

En los estados latinoamericanos el presidente que posea mayoría en el Congreso tiene mayor libertad para tomar decisiones en el país que gobierna. Sin embargo, en Estados Unidos las instituciones tienen un peso en la política.

El presidente del Colegio de Internacionalistas en Venezuela, Juan Francisco Contreras, considera que Trump no podrá tomar decisiones al azar. “El hecho de que el partido Republicano tenga mayoría en la Cámara de Representantes no significa que Trump va a poder hacer lo que quiera. No es como en los países de Latinoamérica donde tener mayoría parlamentaria significa tener un cheque en blanco”, aclaró.

Algunas promesas electorales van en contra de los intereses norteamericanos, por lo tanto puede que tenga dificultades para cumplir con lo propuesto.

“La forma en que Trump se expresa representa lo que es la antipolítica. Si continúa con esa línea puede ocasionar una ruptura en el orden institucional del partido Republicano”, finalizó Contreras, quien opinó que este triunfo electoral “sorprendió a todos, incluso al nuevo presidente de EE UU”.




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