Agentes allanan las empresas del expresidente del Salvador en busca de más evidencias

SAN SALVADOR. Agentes allanaron el martes varias empresas del expresidente Tony Saca en busca de nuevas evidencias en su contra, como parte de una investigación por corrupción durante su mandato.

El jefe de la Unidad de Investigación Financiera de la Fiscalía General de la República, Jorge Cortez, informó que agentes entraron en tres empresas del exmandatario y obtuvieron documentación que comenzarán a analizar.

“Hemos encontrado habitaciones completas con evidencia documental”, aseguró.

Detenido el fin de semana, Saca es acusado de desviar durante su mandato (2004-2009) al menos 246 millones de dólares provenientes de fondos públicos. Las autoridades sostienen que parte del dinero fue a parar a sus empresas.

Saca es el tercer exmandatario salvadoreño procesado judicialmente por enriquecimiento ilícito o desvío de recursos durante sus mandatos. Los otros son Francisco Flores (1999-2004), quien murió de un derrame mientras estaba en arraigo domiciliario, y Mauricio Funes (2009-2014) que está asilado en Nicaragua.

La Fiscalía también allanó negocios de Herbert Saca, primo del expresidente, para obtener información sobre la venta de vehículos de lujo a funcionarios del gobierno de Saca.

El fiscal Andrés Amaya, que dirige la Unidad Anticorrupción, explicó que las indagaciones apuntan que autos de lujo fueron vendidos al ex presidente Mauricio Funes; al exsecretario privado de Saca, Elmer Charlaix, y al mismo expresidente Saca. La Fiscalía sospecha irregularidades en estas ventas.

La Fiscalía ordenó congelar propiedades y cuentas bancarias del expresidente Saca, el resto de implicados y sus allegados.

Saca y seis funcionarios de su gobierno serán procesados por los delitos de peculado, agrupaciones ilícitas y lavado de dinero. Tres de los detenidos ocupaban puestos relacionados con las finanzas de Casa Presidencial desde el gobierno del expresidente Alfredo Cristiani (1989-1994).

Según las investigaciones de la Fiscalía, de los 246 millones de dólares desviados, unos 116 millones fueron cobrados en efectivo y remitidos a cuentas particulares de empleados de Casa Presidencial y luego transferidas a cuentas y empresas, algunas del expresidente.

Con el presidente Saca fueron arrestados César Funes, quien se desempeñó como secretario de Juventud, y Julio Rank, secretario de Comunicaciones.

Otro detenidos son Francisco Rodriguez Arteaga, jefe de la unidad financiera de Casa Presidencial; Jorge Alberto Herrera, tesorero de la misma institución; y Pablo Gomez, contador del secretario privado de la Presidencia.

Charlaix, secretario privado de Saca durante su mandato, se presentó voluntariamente ante la policía para responder a las acusaciones.

De ser encontrado culpable de los tres delitos que se le imputan, Saca de 51 años, podría ser condenado a un máximo de 32 años de prisión.

El expresidente Saca también enfrenta un juicio civil por enriquecimiento ilícito. La Fiscalía lo acusa de incrementar en 3,9 millones de dólares su patrimonio cuando fungió como mandatario, mientras que a su esposa Ana Ligia Mixco la denunció por no justificar el origen de 589,608 dólares.




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