La revista Developmental Psychology ha publicado un estudio realizado por la Universidad de Psicología de Kentucky en el que afirman que no se han encontrado diferencias entre los niños de las mismas edades que conviven con parejas heterosexuales y los que lo hacen con parajes homosexuales.
En el estudio han participado cerca de 100 familias, de los que la mitad eran familias formadas por personas del mismo sexo, ya fueran dos padres o dos madres, que habían decidido adoptar hijos y la otra mitad familais heterosexuales en las mismas circunstancias. Las evaluaciones a los niños se han producido en dos momentos, cuando tenían 2 años y cuando tenían 7 años de edad, centrándose en los problemas de comportamiento, niveles de estrés, relaciones de pareja, función de la familia y ajustes de relación a través de tiempo.
«Al menos que yo sepa, este es el primer estudio que ha seguido los niños adoptados por lesbianas, gays y heterosexuales sobre un período que cubre la primera infancia y la infancia mediana (…). Una investigación a lo largo del tiempo ofrece información sobre qué factores pueden ser los mejores o más fuertes para predecir el desarrollo de los niños, más allá de la información que puede ser reunida en un único punto en el tiempo», afirma Rachel H. Farr, profesora asociada de la Universidad de Kentucky. Fuera cual fuera la orientación sexual de los padres, los niños demostraban menos problemas de comportamiento con el tiempo siempre que tuvieran una estabilidad familiar, según Farr, quien sugiere en su estudio que no es la estructura familiar lo que determina la evolución de los niños, sino la forma en la que funciona la familia.
