Antonio Ortiz, que se enfrenta a una condena de 126 años de prisión, ha respondido con una sonrisa que no iba a contestar a ninguna pregunta
El presunto pederasta mantendrá su inocencia
El acusado de agredir sexualmente a cuatro niñas entre 2013 y 2014 se ha negado a declarar en la Audiencia Provincial de Madrid, donde se enfrenta a una condena de hasta 126 años de cárcel. Conocido como el pederasta de Ciudad Lineal, Antonio Ortiz ha acudido a la primera sesión del juicio ataviado con un chándal y con un aspecto físico más corpulento tras haber pasado dos años en prisión preventiva.
«No voy a contestar ninguna pregunta», ha señalado el procesado esbozando una sonrisa ante la juez que le ha preguntado si iba a prestar testimonio. Su abogado, Cristóbal López Sitjar, había señalado previamente que se encuentra «muy cabreado» al considerar que ya «está juzgado» a pesar de que no se ha celebrado aún el juicio contra él como autor de cuatro agresiones sexuales cometidas entre 2013 y 2014.
El comienzo de la vista, la presidenta de la sala ha preguntado a Antonio Ortiz si conocía los hechos que se le imputan y el acusado ha contestado que sí los sabía. Ante esta afirmación se ha decidido no dar lectura de los escritos de la acusación.
Con el pelo ligeramente encanecido y vestido con una chaqueta de chándal gris, camiseta verde y pantalón beige, el supuesto pederasta se ha mantenido muy frío en el comienzo del juicio. En el momento en el que los fotógrafos han pasado a la sala se ha intentado tapar el rostro para que los medios gráficos no pudiesen recoger su imagen.
La defensa del procesado ya había anunciado que su intención era mantener silencio en el juicio. Desde su detención, el procesado mantiene su inocencia. Con todo, la Fiscalía, recuerda que con arreglo al Código Penal vigente en la fecha de la comisión de los hechos el límite máximo de cumplimiento efectivo de la condena es de 25 años.
Tras la negativa de Ortiz a prestar testimonio, la primera sesión del juicio ha seguido a puerta cerrada y sin señal de televisión, ya que se van a emitir vídeos con los testimonios de las víctimas. De esta forma se trata de proteger a las menores que presuntamente sufrieron abusos sexuales.
El caso del pederasta de Ciudad Lineal desató una gran alarma en Madrid durante un año. La Policía creó un equipo especial para localizarlo y se llegaron a colocar cámaras en algunos parques de la capital. Cristina Cifuentes, entonces delegada del Gobierno, llegó a calificar al agresor como el «enemigo público número 1″.
El primero de los abusos sexuales se produjo el 24 de septiembre de 2013, cuando Ortiz abordó a una niña de cinco años en un parque infantil; el siguiente ocurrió el 10 de abril de 2014, cuando una niña de nueve años salía con dos amigas de una tienda de chucherías.
Dos meses más tarde, el 17 de junio, volvió a emplear el engaño para persuadir a una niña de seis años y llevarla en coche hasta un lugar desconocido. Dos meses después, el 22 de agosto, abordó a otra niña de siete años en un momento en el que se separó de su hermano y de su tío con quienes jugaba cerca de un parque.
Condena
El Ministerio Público le considera responsable de tres delitos de agresión sexual, uno de violación, cuatro de detención ilegal y uno de lesiones y por ello pide que se le condene a 77 años de cárcel. Solicita también 40 años de libertad vigilada una vez cumplida la pena de prisión y una indemnización de 426.300 para las cuatro niñas.
Las acusaciones piden una condena superior a la solicitada por el fiscal y en el caso de una de las familias asciende hasta los 126 años de prisión, ya que le imputa dos tentativas de homicidio, porque entiende que «el acusado puso en riesgo la vida de dos de las niñas» tras secuestrarlas, drogarlas y abusar sexualmente de ellas. En el proceso están presentes dos acusaciones populares: Clara Campoamor, que pide 79 años de cárcel, y la Asociación Laxshmi para la Lucha contra el Crimen y la Prevención, que se va hasta 120 años.
