La inocente cara de un niño de 4 años al ser testigo de la sobredosis de su madre

A veces, alguien te cuenta una historia y no le crees. Necesitarías, para creerle, que te aportara alguna prueba gráfica. Y es que es tan surrealista lo que te están contando que se te hace difícil de imaginar que haya sucedido de verdad. Pues bien, este caso que nos ocupa es de éstos. Con la diferencia de que en la historia que aquí relatamos sí hay una fotografía que muestra la magnitud del suceso.

La imagen es demoledora. Muestra a un niño de cuatro años dentro de un coche en el asiento de atrás, mientras que en los delanteros hay dos personas con una sobredosis de heroína (una de ellas es su madre).
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En contadas ocasiones, desde los estamentos públicos se difunden las consecuencias del consumo de drogas. Sin embargo, las instituciones de la ciudad de East Liverpool, en Ohio, se han plantado y han querido difundir lo que produce una sobredosis de estupefacientes a quien las consume. Para ello, han compartido, sin filtro alguno, el último y emotivo caso a través de las redes sociales.

Todo ocurrió a las tres de la tarde del pasado miércoles, como recoge en el informe policial el agente Kevin Thompson. El oficial, fuera de servicio, conducía su vehículo privado por una de las calles residenciales cuando, de pronto, observó a un Ford Explorer negro moviéndose de “forma errática”. A los pocos segundos, tras frenar de golpe varias veces para evitar chocar con un bus escolar, el coche se detuvo en el arcén.

Fue en ese instante cuando Thompson se acercó y descubrió la escena. Al volante se encontraba James Acord, de 47 años y a su lado Rhonda Pasek, de 50, ambos con claros síntomas de haber consumido altas dosis de estupefacientes. Mientras, en los asiento traseros, y sin comprender lo que ven sus ojos, estaba sentado en una sillita un rubio niño de cuatro años, hijo de Rhonda.




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