Luisiana
Karma, ironía o simplemente mala suerte. El líder del Consejo de Investigación Familiar y fiel cristiano conservador, Tony Perkins, ha visto como las inundaciones del estado de Luisiana (Estados Unidos) destruían su vivienda familiar. Por fortuna él y los suyos pudieron abandonar la casa en canoa sanos y salvos. Este caso ha resultado especialmente curioso en el país por tratarse de un polémico homófobo que culpaba a los homosexuales de las catástrofes naturales.
Tony Perkins saltó a la fama a 2015 cuando en una entrevista con el pastor judío Jonathan Chan afirmó que el huracán Joaquín, una tormenta devastadora que arrasó Hawai, fue “una señal de la ira de Dios en castigo por los abortos y la legalización de los matrimonios entre personas del mismo sexo”.
Sus ataques a la comunidad gay han sido constantes en los últimos años. A menudo, según medios como The Independent o The Guardian, comparaba la homosexualidad con la pedofilia o repetía que la conducta de los gais iba a destruir a la nación. En esta línea lamentaba que los cristianos se vieran obligados a vivir en guetos espirituales y acusaba al presidente Barack Obama de “exportar” la homosexualidad a todo el mundo.
Las inundaciones que afectan desde hace días a Luisiana son de las peores que se recuerdan en la zona en décadas. Trece personas ya han perdido la vida y más de 30.000 han tenido que ser rescatadas de sus viviendas. Según detalló el propio Perkins en su programa radiofónico, “se trata de una inundación de proporciones casi bíblicas. Tuvimos que escapar de nuestra casa el sábado en canoa. Había casi tres metros de agua. La casa quedó completamente inundada”.
En esta ocasión Perkis no quiso relacionar las inundaciones con un castigo a los homosexuales porque él fue una de las víctimas de la tragedia. Quizá a partir de ahora reconsidera su lógica a la hora de hablar de desastres naturales y su origen.
