Las armas estaban en perfecto estado de funcionamiento, juntamente con la munición. De esta manera, el TS confirma la condena que interpuso la Audiència Provincial de Barcelona por un delito de depósito de armas de guerra y armas de fuego.
El TS considera probado que una persona aficionada a las armas como el acusado es conocedor de la necesidad de tener licencia para armas de fuego y la ilegalidad que supone tener armas de guerra en casa. El condenado, Juan Carlos P.Ll, recurrió al TS porque consideraba que su conducta no comportaba peligrosidad ya que se limitaba a coleccionar armas.
El acusado alegaba que las armas que se hacían servir y que estaban encerradas en una habitación con llave. Además, añadió que no se podía sacar una licencia de coleccionista. Pero finalmente el TS ha rechazado el recurso afirmando que “la peligrosidad de una arma de guerra es connatural a su capacidad de lesión”.
