Un hombre se suicidó con un arma de fuego la madrugada de ayer ante la puerta principal de La Fortaleza, sede del Gobierno de Puerto Rico y residencia del gobernador, después de disparar en varias ocasiones contra el edificio.
«Estamos sumamente consternados con el trágico suceso ocurrido esta madrugada cerca de La Fortaleza», dijo ayer el gobernador Alejandro García Padilla en unas declaraciones escritas.
Indicó que se está investigando lo ocurrido y que «las agencias encargadas del caso han sido instruidas para que manejen la escena de forma exhaustiva para que se esclarezca a la brevedad posible».
«Pido a todos oración por la tranquilidad de la familia de este puertorriqueño y por el descanso de su alma», añadió sobre el suceso ocurrido un poco antes de las cuatro de la madrugada frente al portón del Palacio de Santa Catalina (conocido como La Fortaleza), construido en el siglo XVI por los españoles.
Según detalló la Policía, varias de las balas impactaron contra La Fortaleza, de forma que una de ellas fue hallada en la oficina del gobernador, otra en el túnel de La Fortaleza y otra en el tercer piso del inmueble.
Según relataron agentes en el lugar de los hechos, previamente el hombre había apuntado contra un policía que en ese momento estaba hablando con unos turistas cerca de las rejas que ayudan a controlar el acceso a La Fortaleza.
Un agente que estaba dentro del recinto disparó contra él, a lo que el hombre respondió disparando hacia el interior de La Fortaleza, hasta que luego se suicidó y su cuerpo cayó al suelo frente al edificio adyacente conocido como Palacio Rojo.
El hombre aún no ha sido identificado por las autoridades, aunque medios locales apuntan a que era un empleado público.
Puerto Rico está sumido en una recesión económica desde hace una década y el Gobierno se está viendo obligado a recortar el gasto público para hacer frente a la crisis de liquidez que le ha llevado a dejar de pagar la deuda.
Aunque el actual gobernador se ha comprometido a no realizar despidos masivos de empleados públicos, el año que viene habrá un cambio de Gobierno y previsiblemente entrará en funcionamiento una junta de control fiscal impuesta por Washington que tratará de enderezar las finanzas públicas y contener el gasto.
