Un hombre ha muerto en el hospital después de que a primera hora de esta mañana un individuo atacara con un cuchillo a varios pasajeros en una estación de tren de Grafing, en los alrededores la ciudad alemana de Munich. El ataque habría dejado cuatro heridos, todos ellos varones, y uno de ellos ha fallecido posteriormente.
La policía estaban revisando las declaraciones de varios testigos que afirman que el hombre gritó “Allahu Akbar” (Dios es grande) durante el ataque. El portavoz de la policía Michaela Grob ha afirmado que un hombre ha sido detenido y al parecer no tiene antecedentes penales. Se trata de un alemán de 27 años, informó hoy la Fiscalía Estatal de Múnich.
Un hombre de 50 años resultó herido grave y falleció después en el hospital. Los otros tres heridos, de 58, 43 y 55 años, se encuentran ingresados en distintos centros hospitalarios de la región.
La idea de que la gente entre en la estación o reparta periódicos allí y de repente se convierta en víctima de un maníaco es terrible. Esperamos que se recuperen por completo”, ha afirmado la alcaldesa de la localidad, Angelika Obermayr. “Estoy muy agradecida a la policía, los médicos, paramédicos y bomberos que reaccionaron rápidamente”.
El ataque ha tenido lugar en la estación de Grafing, en el distrito de Ebersberg, al este de Múnich, poco antes de las cinco de la mañana. La estación de la línea S4 permanece cerrada y el tráfico de trenes de cercanías interrumpido. “La estación es el lugar de un crimen y, por tanto, debe ser analizada”, ha contado un portavoz de la Policía, que no descarta un “móvil político”. La fiscalía de Munich ha impuesto un bloqueo informativo.
Alemania, que está jugando un papel de apoyo en la lucha contra el Estado islámico, no ha sufrido ningún gran ataque por parte de militantes islamistas como los que han experimentado la vecina Francia y Bélgica. Sin embargo, los servicios de seguridad alemanes están en alerta y los ministros del país han advertido reiteradamente sobre un posible ataque.
Más de 800 radicales educados en Alemania dejaron el país para unirse a grupos yihadistas en Siria e Iraq, y unos 260 de han retornado. Alemania también fue un país de tránsito para los autores de los atentados de Bélgica este año y París el año pasado.
